Telefónica entusiasma a los inversores con un dividendo de un euro para 2008

Los 1,7 millones de accionistas de Telefónica tienen un doble motivo para estar eufóricos. El primero es que recibirán un dividendo de un euro por acción con cargo a los resultados de 2008, lo que supondrá un desembolso de unos 4.700 millones. El segundo, es que, a consecuencia del anuncio, la cotización se disparó casi un 7% y sobrepasaron la barrera de los 20 euros, que no se había conseguido desde hace siete años. El presidente de la compañía, César Alierta, se comprometió también a incrementar el beneficio operativo a un ritmo anual de al menos el 16% y a reducir la deuda.

El Investors Day en el que Telefónica había reunido en Londres a más de 400 inversores y analistas de todo el mundo se convirtió en el Alierta's Day. El presidente de la compañía, que ha sido vapuleado en casi todas las juntas de accionistas porque su gestión al frente de la compañía no se veía reflejada en la cotización, tuvo ayer fue su definitivo desquite.

Alierta anunció que adelantaba en un año -del 2009 al 2008- el compromiso anunciado en la anterior conferencia de inversores en Valencia en mayo de 2006, de pagar un dividendo de un euro por acción, duplicando así el abonado en 2005. El pago de ese dividendo con cargo a los resultados de 2008, se hará en dos plazos, uno en noviembre de 2008 y otro en mayo de 2009.

El anuncio desató la euforia de los inversores que premiaron a la compañía con una subida del 6,99% -la mayor desde agosto de 2002- hasta los 20,67 euros, un nivel que no se alcanzaba desde hace siete años. Telefónica, de lejos la empresa que más vale en la Bolsa española, está a punto de sobrepasar los 100.000 millones de capitalización bursátil.

Los planes que expuso ayer Alierta a los inversores se fundamentan en tres prioridades: la primera, retribuir al máximo al accionista, con pagos de dividendos y posibles recompras de acciones en caso de exceso de caja. Sólo el pago del dividendo de un euro por los beneficios de 2008 supondrá un desembolso de unos 4.700 millones. La segunda prioridad será la reducción de la deuda. Y la tercera las "adquisiciones selectivas" en mercados como México o Alemania, donde la compañía está interesada no sólo en telefonía móvil sino en dar servicios de Internet de banda ancha. Alierta descartó expresamente cualquier intento de compra de la holandesa E-Plus, la griega OTE o la francesa Bouygues Telecom.

Podrá hacer frente a esos objetivos gracias a una espectacular generación de caja (60.000 millones de flujo de caja operativo en cuatro años) y a unos sólidos resultados. Telefónica promete un beneficio por acción de 2,304 euros en 2010, lo que supone entre 10.500 y 11.000 millones de beneficio neto, frente a los 6.233 millones de 2006.

En la reunión se adelantaron las previsiones financieras para los próximos años. Entre 2006 y 2010 prevé aumentar ingresos a un ritmo anual de entre el 5% y el resultado neto de explotación (OI) entre un 16% y un 20%. Las inversiones en tres años no superarán los 33.000 millones de euros. Y pretende captar 78 millones de clientes, hasta los 290 millones.

El presidente señaló que la entrada de Telefónica en el capital de Telecom Italia se cerrará a mediados de noviembre, porque se mostró convencido de que el regulador brasileño (Anatel) dará su visto bueno a la operación a finales de este mes. Anatel debe pronunciarse sobre si afecta a la competencia la participación de casi el 55% que suma Telefónica, a través de Vivo, y TIM (filial de Telecom Italia) en el mercado de móviles del país.

Sobre Vivo, cuyo control comparte al 50% con Portugal Telecom (PT), no hay nada nuevo. Frente a las especulaciones de la prensa portuguesa y de Financial Times, ni PT compra ni Telefónica ha podido comprar aún. "Estamos en ello", dijo Alierta, que aseguró que se desprenderán del 10% que tiene de PT en cuanto se resuelva el problema de Vivo.