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Deficiencias, irregularidades e indefinición de contenidos

Al conselleiro maior no le alcanzó el tiempo asignado en la comisión para dar lectura a la larga lista de irregularidades contables, contractuales y de gestión que el Consello de Contas ha detectado en relación con el proyecto de la Cidade da Cultura. En su resumen, Antonio López dio lectura a las conclusiones más importantes, que establecen, entre otras cosas, que el Gobierno de Manuel Fraga "abdicó de sus responsabilidades en la gestión prudente y planificada de los fondos públicos" en favor del arquitecto que ganó el concurso, el norteamericano Peter Eisenman.

El informe da cuenta de "importantes deficiencias" de planificación y programación en el proyecto de la Cidade da Cultura, denuncia su indefinición arquitectónica, la "subestimación de la complejidad y dimensión económica de las obras" y la indefinición de los contenidos del complejo, cuyo coste estimado ya supera los 373 millones, el triple de lo previsto.

Durante su comparecencia en la comisión, Antonio López asumió en su integridad el informe, confeccionado y aprobado por el Consello de Contas antes de su nombramiento, ocurrido hace apenas tres meses. La Administración, en vez de velar por los intereses de los ciudadanos, dio preferencia a "asegurar las condiciones materiales precisas para el desarrollo de un proceso creativo de una arquitectura singular cuyo coste final sería determinado en última instancia por el arquitecto ganador del concurso", al que la Xunta de Fraga le permitió desvincularse de las bases del concurso "para acabar los proyectos de su obra con total libertad presupuestaria", un hecho que "podría suponer una alteración de las condiciones de igualdad en las que concurrían todos los participantes en el concurso de ideas".

Deficiencias

López reiteró cómo el informe del Consello de Contas da cuenta de numerosas "deficiencias" que afectan tanto a los antecedentes del proyecto como a su planificación, programación, financiación y fiscalización. Ese es el motivo por el que propone que la Fundación de la que depende la Cidade da Cultura implante "una planificación y programación" que fije "objetivos temporales y económicos concretos" en relación con la conclusión de las obras y la puesta en funcionamiento de la oferta cultural del complejo.

La crudeza de las afirmaciones contenidas en el informe no afectó al portavoz del PP, Manuel Ruiz Rivas, según el cual se está haciendo una "lectura sesgada" de las conclusiones del Consello de Contas. Todo lo contrario de lo que opinan Aymerich y Leiceaga. El primero atribuyó a la "ocurrencia" de Manuel Fraga la génesis misma de un proyecto desarrollado al amparo del "todo vale". El segundo se preguntó si el modelo de gestión, a través de una fundación, fue elegido expresamente para sortean los mecanismos de control propios de las administraciones públicas.

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