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Turquía impondrá sanciones a los que apoyen a la guerrilla kurda

Ángeles Espinosa

El presidente del Gobierno del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, denunció ayer el cierre del espacio aéreo turco a los aviones con origen o destino en esa región del norte de Irak. Sin embargo, el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, negó que se hubiera adoptado esa medida.

La noche anterior, Ankara decidió imponer sanciones económicas contra los grupos responsables de los ataques contra soldados turcos en la frontera con Irak, aunque no las precisó.

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"Los objetivos de estas medidas son las organizaciones terroristas y los grupos que las apoyan, ayudan e instigan", explicó el viceprimer ministro, Cemil Cicek, en aparente referencia al Gobierno de Barzani. Aunque Cicek no dio detalles sobre las sanciones, desde hace días se baraja un boicoteo al Gobierno regional del Kurdistán iraquí, la mayoría de cuyos abastecimientos proceden de Turquía. Según Ankara, Barzani no hace lo suficiente para frenar al PKK.

"Desde hace varios días, los turcos han cerrado su espacio aéreo a los aviones que sirven al Kurdistán", declaró Barzani en Erbil confirmando la información difundida poco antes por la cadena turca NTV. Ankara mantuvo la ambigüedad al respecto. En tanto que Erdogan, citado por la agencia Anatolia, aseguraba que "todavía no se ha tomado una decisión", su ministro de Exteriores, Ali Babacan, no la excluía. Sería una forma de aumentar la presión sobre Barzani, antes de pasar a otro tipo de sanciones que la prensa local advierte de que dañaría a los turcos.

El comercio bilateral entre Turquía e Irak alcanzó los 3.000 millones de dólares (2.000 millones de euros) el año pasado, pero se concentra sobre todo en la zona kurda del norte de Irak debido a la falta de seguridad que sigue padeciendo el sur. La mayor parte, 2.700 millones de dólares, es fruto de la exportación de bienes de consumo turco.

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Las sanciones económicas se suman a las presiones políticas y diplomáticas para poner fin a los ataques del PKK. Pero Turquía mantiene todas las cartas sobre la mesa, tal como recordó ayer Babacan. En un penúltimo esfuerzo para convencer a su Gobierno de que no actúe militarmente como le ha autorizado el Parlamento, hoy llega la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.

No será la única visitante de alto nivel. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, y el ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Mottaki, coincidirán en Ankara con el mismo propósito. Todo hace temer que la crisis del PKK eclipsará la conferencia ministerial de vecinos (y amigos) de Irak que desde ayer se prepara en Estambul.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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