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"¿Para qué sirven las guerras?"

Los dos hombres evocan aquellos días con miradas distintas que proyectan sobre un mismo escenario, que compartieron desde bandos enfrentados durante la contienda.

José Luis. ¿Recuerda la torre Bofarull, desde donde nos bombardeaban día y noche?

Bibiano. ¡Cómo no voy a recordarlo! Era el hotel Bofarull.

J. L. La torre, la torre... Pues un día se presentó nuestro coronel con unos artilleros extranjeros, montaron un cañón y la vi desaparecer al primer impacto...

B. Debía ser un 8/8 alemán... Nosotros teníamos el 7,62 ruso, que era estupendo.

EL PAÍS. ¿Para qué sirven las guerras?

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B. Para nada, el sufrimiento que generan no compensa nada.

J. L. Hombre, yo creo que la nuestra fue necesaria, porque el desorden y las exacciones durante la República la hicieron inevitable.

B. El desorden se produjo únicamente en los primeros meses de guerra, porque el Ejército estaba con el golpe y hubo que improvisar y organizar otro con el pueblo.

EL PAÍS. ¿Qué significa para ustedes la palabra concordia?

J. L. No he tenido ni tengo capacidad de odio ni de rencor, pero lo que considero lamentable es que en estas circunstancias vuelvan a salir a la superficie asuntos olvidados.

B. Se necesita de la historia y del estudio para la reparación plena de cuantas injusticias se cometieron.

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