Videojuegos y camisetas de neón

Dos hombres con corbata y chaqueta se están peleando. Se pegan puñetazos y patadas en uno de los pabellones del SIMO. Juegan al Smackdown en la Wii, una versión para videojuegos del popular programa de peleas de televisión, Pressing catch. Los encorbatados ejecutivos agitan los mandos compulsivamente con la mirada fija en la pantalla gigante que muestra a sus personajes. Mientras, una larga cola de gente aguarda su turno para probar suerte en este y otros videojuegos de la consola portátil de Nintendo. Visitan el e-life, la feria de ocio digital que termina hoy en la fiesta anual de la informática, SIMO, en Madrid.

El móvil "más 'sexy" es un celular táctil que aún no se vende en España

Aprender a utilizar objetos como un GPS es la función de la feria e-life

Aprender a utilizar un reproductor MP3 o un GPS. Probar y conocer las últimas novedades en videojuegos, música digital o contenidos de Internet. Cientos de novedades digitales en 10.000 metros cuadrados y al ritmo de disc jockeys o video jockeys. Todo bajo las consignas de la feria: conocer, entender, probar y comprar. Porque en e-life además de múltiples exposiciones también hay tiendas.

También hay cola en el puesto de Comoqueque. Camisetas electrónicas llegadas de Japón. Muestran mensajes luminosos. Desde números hasta textos personalizados. Los pequeños neones están conectados a una pequeña petaca en la que van las pilas que alimentan su luz. Cuestan entre 38 y 40 euros, y normalmente sólo se pueden comprar por Internet en www.comoqueque.com.

El ocio digital se ha generalizado. Escuchar música o ver vídeos en los reproductores MP3 o MP4, navegar por Internet, ver la televisión digital o incluso series o pequeñas grabaciones en el móvil. La cultura urbana está cada vez más relacionada con las nuevas tecnologías. Se percibe en los visitantes de e-life. Profesionales de la informática que aprovechan su paso por el SIMO para visitar la feria digital, chavales con sudaderas con capucha, chicas con pantalones muy bajos de caderas, todos cargados con bolsas y bolsas de los objetos más inimaginables recogidos en los puestos de muestra de las compañías: camisetas, globos, pegatinas, revistas...

"Te registras en el portal, configuras tu perfil y puedes dar una descripción de las características de tu pareja ideal", explica uno de los responsables del stand de la web para encontrar pareja Match.com a una joven que se ha acercado a curiosear. No se decide a registrarse. "Sólo quería preguntar", dice tímidamente. Las dos amigas que la acompañan se ríen. Tienen entre 18 y 19 años y su visita a e-life es una excursión del módulo de formación profesional en desarrollo de aplicaciones informáticas que están cursando. Aseguran que se pasarán por todos los puestos de videojuegos. "Somos unas auténticas fanáticas de las consolas", dicen. Los stand de la PlayStation de Sony, la X-Box de Microsoft y la Wii de Nintendo, los tres principales fabricantes que muestran sus últimos juegos y algunos que están a punto de aterrizar en España.

Más allá, dos chicos interrogan a la azafata que está a cargo del puesto de música digital. Están interesados en el funcionamiento de unos cascos con bluetooth. "Se puede escuchar el MP3 sin enchufarlo y si te llaman al móvil y tiene bluetooth te salta automáticamente la llamada", explica la joven mientras señala los cascos en la vitrina. Además, varios reproductores MP3 y MP4 último modelo descansan en la urna.

Es la tercera edición de e-life, la segunda dentro del SIMO. Este año, la organización espera que la cifra de visitantes supere los más de 63.000 del anterior. La entrada sólo a la feria cuesta cuatro euros, todo el día. Dos para los menores de 11 años.

Uno de los reyes de este año es el iPhone, el teléfono táctil de Apple que, aunque todavía no se vende en España, ya se muestra en la feria. "Está fenomenal. Yo en cuanto llegue aquí me lo compro", dice Sergio. Este joven alicantino hace prácticas en una empresa de nuevas tecnologías y reconoce que son su pasión. No es el único que espera cola para poder tener en su mano el que ya ha sido bautizado como el móvil "más sexy".

En la feria llaman la atención decenas de figuras con bata blanca. Son los doctores Yell, especialistas en ocio digital, y su función es resolver cualquier duda tecnológica. También forma parte de la cultura urbana el voluntariado digital. En esta feria se reclutan cibervoluntarios. Su objetivo: conseguir que todas las personas tengan acceso a las nuevas tecnologías.