_
_
_
_
_
Reacciones ante la agresión ultra

Neonazis y 'sharp', un largo enfrentamiento

F. Javier Barroso

Los skinheads o neonazis han representado en los últimos años una seria amenaza para miles de madrileños. Autores de crímenes de jóvenes de estética punk o antisistema, la policía se los tomó en serio en la década de los noventa, cuando creó grupos especiales en la Brigada Provincial de Información para atajar esta violencia que siempre ha estado vinculada con los clubes de fútbol.

La estética de los skins es copia de su grupo más opuesto. Cabezas rapadas, pantalones vaqueros ajustados, botas militares con las puntas reforzadas con piezas de acero, tirantes y cazadoras grandes tipo bomber componen el uniforme que han llevado durante años estos violentos, que defienden la supremacía de la raza blanca.

Más información
La Delegación del Gobierno veta las manifestaciones del 20-N

También odian a los homosexuales y a los inmigrantes. Todos están englobados bajo el término de "cerdos". De hecho, cuando salen para cometer sus agresiones, se convocan para hacer "una cacería". Zonas como Moncloa, en especial los bajos de Aurrerá, han sido durante años sus centros de reunión. La presión de la policía les hizo cambiar de lugares de reunión y de estética. Hoy día es fácil verles sin el pelo rapado al cero, pero con signos distintivos como las cruces gamadas y las esvásticas. Las banderas españolas lucen en todo tipo de soportes, como pines o cinturones.

En el otro extremo están los enemigos acérrimos de los neonazis: los sharp (cabezas rapadas contra el racismo), un grupo fundado en los años ochenta en Estados Unidos que se escindió luego en los redskins por diferencias ideológicas. Este último movimiento se estructura en secciones, que suelen coincidir con las distintas provincias españolas. La sección de Madrid se creó en 1994.

Pese a que la estética es muy similar a la de los neonazis, cambian de forma radical sus emblemas y lemas. Llevan banderas con señales de prohibido sobre esvásticas y cruces gamadas. Actúan con la cara tapada y con capuchas para no ser reconocidos por la policía y sus oponentes. Se mueven sobre todo por barrios como Malasaña (Centro) y por distritos como Puente y Villa de Vallecas, en la capital. En la periferia se han extendido por la zona sur, en especial Móstoles y Fuenlabrada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Esta asociación política reúne a diferentes tipos de personas para luchar contra el racismo, el capitalismo, el abuso de poder y la discriminación social, entre otros problemas sociales.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_