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OCIO

Protesta de Carlota Leret, hija de uno de los fusilados en el videojuego

Con la ley de memoria histórica recién aprobada en el Congreso, la Guerra Civil se traslada al ordenador. "Tiene un tinte de polémica", reconoce su creador, Francisco Pérez. "Pero no creo que pese más esa polémica que la calidad del juego. Será una cuestión de cultura: para la gente joven no habrá problema, pero supongo que los que vivieron esa época, y se enteren ahora, nos criticarán. Algunos incluso sin haber visto el juego".

Pérez dice que Sombras de Guerra intenta ser fiel a la época. "Intentamos que nos asesorasen catedráticos, pero se les veía el plumero a los que eran de un lado o de otro. Así que nos asesoramos solos". En el juego no se podrán efectuar fusilamientos aunque sí los hay en los vídeos después de cada misión. "Tienen que aparecer porque formaron parte de la guerra", aduce Pérez. "Tras tomar el Atalayón de Melilla hay un fusilamiento. Sólo se ve cómo disparan, no caer al muerto, pero un texto señala que es Virgilio Leret. Si no diéramos los nombres sería una guerra descafeinada".

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La hija de Virgilio, Carlota, no ha visto con buenos ojos este cameo de su padre. "Estoy sorprendida de que alguien haya sido capaz de idear un videojuego sobre un hecho trágico como la Guerra Civil española. No es un hecho histórico que quedó sepultado en el pasado, sino que está muy fresco en la memoria de los españoles. Cuando aún no nos hemos reconciliado con nuestro pasado, trivializar los asesinatos y todo el sufrimiento y el dolor de las víctimas, no tiene ninguna justificación", explica dolida. "Ese juego no sirve para reconstruir nuestra memoria histórica, sino para banalizar la muerte, la tiranía, y la violencia".

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