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Corrupción en el Ayuntamiento

"Un secreto a voces", dicen empresarios

El sector se queja de que las licencias de bares pueden tardar hasta 10 años

Daniel Verdú

Los empresarios de la hostelería y el ocio nocturno recibieron la noticia con cierta frialdad. "Era un secreto a voces" o "hace años que esto sucede" eran frases recurrentes. A pesar de que ninguna de las asociaciones ni empresarios consultados admite abiertamente conocer ningún caso de corrupción en la tramitación de licencias, sí remarcan el tortuoso y largo camino que deben recorrer para obtener los permisos municipales. De esta situación, creen, pueden haber sacado beneficio algunos funcionarios que cobraban comisiones por agilizar los trámites. "Hay casos en los que los permisos tardan hasta cuatro años. Son empresarios que arriesgan un gran capital. Es un tiempo excesivo", explica una portavoz de una de las asociaciones.

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"Sin un kilo, no hay licencia"

Desde que un empresario decide montar un local de ocio hasta que consigue servir la primera copa o canapé, puede pasar una media de dos años y medio. Así lo confirmó ayer la Asociación de Hosteleros la Viña, que cuenta con más de 3.000 afiliados en la Comunidad de Madrid y que este año ha tramitado entorno a 80 licencias.

El departamento de licencias de dicha asociación prepara un proyecto según el tipo de negocio que propone el asociado. El empresario encarga entonces las reformas necesarias a un arquitecto. Luego un perito y un ingeniero industrial de la asociación certifican que se han llevado a cabo correctamente las remodelaciones y se diseña el proyecto definitivo para presentarlo a la Junta Municipal de Distrito. Hasta aquí, el tiempo de demora depende sólo del empresario y de las reformas que tenga que hacer.

Luego, en el área de licencias de la Junta se lo pasan al técnico que va a llevar desde el primer momento el expediente. Manda una parte del proyecto a Medio Ambiente y a Urbanismo. Luego, cada técnico coge su parcela de ese expediente e informa a su área de si hay requerimientos. Si hay deficiencias, tienen que subsanarse y volver a presentar el proyecto. Según estas fuentes, así, una licencia puede tardar "tres, cuatro o incluso, en algunos casos, diez años".

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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