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Rouco reclama más espacios de libertad para los católicos

El cardenal de Madrid clausura el noveno congreso de los propagandistas

"Los hijos no son ni del Estado ni de la sociedad. Son de sus padres", proclamó ayer el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco, ante el IX Congreso Católicos y Vida Pública. Menos catastrofista que de costumbre, pero convencido de los desastres que acarrean a España el laicismo, una sociedad "sin Dios", la educación promovida por el actual Gobierno y, en suma, el que éste haya dado la espalda "a la ley natural", Rouco reivindicó para sus fieles "un espacio público en el que la fe pueda ser mostrable con libertad y en libertad". Añadió: "El católico no debe limitarse a ser un fiel cristiano, sino alguien que vive su vocación secularmente, es decir, en el mundo".

La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación San Pablo-CEU organizan este congreso respaldadas por 300 personalidades de la vida pública nacional e internacional. En esta ocasión han opinado 57 ponentes ante algo más de 1.500 personas. El tema general fue Dios en la vida pública. La propuesta cristiana, con variaciones que permitieron abordar, muy críticamente, aspectos de la actualidad española como la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, la reforma educativa, desviaciones legislativas respecto a la ley natural, los límites del poder en la democracia o la relación entre libertad y conciencia para la "ciudadanía cristiana".

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Rouco tituló su conferencia Exigencia y compromiso del católico en la vida pública, con la intención de hacer, dijo, "un resumen práctico" del congreso. En esa idea describió las condiciones que han de concurrir para que se pueda dar una efectiva participación del católico en todos los ámbitos. "La vida pública no se ciñe a la vida política, implica a toda la sociedad", afirmó.

Entre las dificultades que tienen los católicos para desarrollarse en España, el cardenal señaló al laicismo radical -"como doctrina política llega a cuestionar derechos fundamentales como el derecho a la vida", opinó- y el relativismo "que niega la existencia de una verdad moral".

El presidente de la ACdP, Alfredo Dagnino, avanzó más. "La regeneración pasa por la afirmación de la moral en la vida de nuestras democracias. No nos debe dar miedo la moral", dijo.

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco.
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco.ULY MARTÍN

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