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Fernando del Paso, rigor histórico e imaginación

José Andrés Rojo

El jurado del Premio Internacional Feria del Libro de Guadalajara, el que antes se llamaba Juan Rulfo y que es acaso el más importante de cuantos se conceden en Iberoamérica, ha destacado del ganador de este año, el mexicano Fernando del Paso, la envergadura de su desafío narrativo y ha valorado su enorme rigor y erudición. Tienen razón, pero no le hacen del todo justicia. Porque lo que también convendría incluir, para definir su literatura, es el sentido del humor, su vocación excesiva y su afán transgresor. Incorporar al rigor la riqueza de su imaginación.

Tres son las grandes novelas de Fernando del Paso: José Trigo (1966), Palinuro de México (1975) y Noticias del Imperio (1987). Todas ellas muy ambiciosas, construidas a partir de una minuciosa documentación, todas ellas de largo aliento y tocadas por el reto de contar distintos momentos de la historia mexicana. Ha escrito una cuarta, Linda 67. Historia de un crimen (1995), en clave policiaca y ambientada en San Francisco, que cuenta de un diplomático que decide asesinar a su esposa para fugarse con su amante.

Nacido en 1935, Fernando del Paso estudió biología y economía, pero no terminó ninguna de las dos carreras y se dedicó a la publicidad. Vivió en Londres y colaboró en la BBC. En 1958 apareció Sonetos de lo diario, su primera incursión literaria. Ha escrito otros libros de poemas -Sonetos del amor y de lo diario, Castillos en el aire y PoeMar- y ensayos, y ha cultivado el teatro y la narración infantil. Sin olvidar su otra gran pasión, la pintura. La vinculación de Fernando del Paso con Guadalajara es muy grande. Ha trabajado en su universidad y ha escrito sobre uno de sus mayores escritores, Juan José Arreola, al que considera su maestro. Hoy, en la inauguración de la nueva edición de la feria, tendrá un protagonismo especial. En el momento en que recoja el premio, muchos de sus lectores se acordarán de la riqueza lingüística de José Trigo, de los excesos de su Palinuro y de su extraña mirada sobre ese raro momento de la historia de México, cuando un archiduque austriaco, Maximiliano, se convirtió en emperador de un remoto país. Y terminó fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro.

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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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