Kaká acaricia el Balón de Oro

Nada molesta más a los dirigentes de la revista France Football que las filtraciones sobre los ganadores del Balón de Oro, el galardón que la publicación otorga, año tras año, al mejor futbolista de cada temporada. Pero, una vez más, el nombre del premiado ha salido a la luz antes de hacerse oficial. No ha habido sorpresas. Será Kaká, de 25 años, medio del Milan, campeón de la pasada Liga de Campeones y máximo goleador y mejor delantero de esa competición.

Así lo afirmaba ayer el periódico italiano Il Corriere della Sera, que abría su portada con el titular: "Gana Kaká. El Balón de Oro es suyo". El rotativo aseguraba que unos días atrás le habían comunicado al jugador desde France Football que se preparase para la ceremonia de entrega del premio, que se celebrará el 2 de diciembre. Kaká relevará, así, al italiano Fabio Cannavaro, el central del Real Madrid, que el pasado año conquistó el trofeo, al que añadió el Trofeo FIFA World Player que premia al mejor jugador del mundo según los seleccionadores.

Kaká, de momento, guarda silencio, como obliga el protocolo de un galardón en el que el jurado impone la discreción a todos los implicados: futbolista y equipo. Hace unos días, sin embargo, el delantero reconocía que veía que su nombre circulaba "con mayor fuerza" entre los favoritos, aunque negaba que alguien se hubiera puesto en contacto con él.

Ricardo Izecson Santos Leite, que es el nombre que aparece en el carné de identidad de Kaká, comenzó su carrera en el São Paulo, donde debutó con sólo 19 años. Esa misma temporada irrumpió con fuerza, marcando 12 goles en 27 partidos. En enero de 2002 debutó con la selección de Brasil, con la que meses después se proclamó campeón del Mundial de Corea y Japón, aunque no gozó de muchos minutos. Pero su elegancia y su poderosa zancada llamó la atención de los ojeadores europeos. Finalmente fue el Milan el que acabó fichándolo por ocho millones y medio de euros, en 2003.

En su primera temporada en el club italiano logró el campeonato de Liga y ya fue nombrado el mejor extranjero del año. Pero fue la pasada campaña cuando su talento explotó definitivamente, llevando al Milan a la conquista de la Champions, la primera de su carrera.