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Putin afianza su control de Rusia

Los sondeos prevén que el partido del presidente arrasará en las legislativas de hoy

Pilar Bonet

Nunca, tras el fin del régimen comunista en 1991, las elecciones parlamentarias en Rusia habían estado tan predeterminadas como las que se celebran hoy para adjudicar los 450 escaños de la Duma estatal de Rusia (Cámara baja). Nadie duda que Rusia Unida (RU), el partido cuya lista electoral encabeza el presidente Vladímir Putin, se llevará la parte del león como resultado de una estrategia avasalladora que ha explotado la superioridad de recursos de la Administración del Kremlin y la popularidad de Putin frente a los otros diez partidos concursantes.

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Una encuesta de última hora señala que RU obtendrá el 63% de los votos
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Las principales intrigas son la envergadura del apoyo a RU, que ya tenía mayoría absoluta en la Duma anterior y el nivel de participación, ya que el Kremlin ha convertido la cita con las urnas en un referéndum sobre la popularidad de Putin, es decir, un instrumento que ha de permitir al actual líder mantener su influencia de una forma aún no determinada cuando, tras las presidenciales del 2 de marzo, deje el cargo que ha detentado durante ocho años. Putin ha reiterado su intención de abandonar la presidencia y no enmendar la ley fundamental, pero no ha destapado las cartas que se verá obligado a jugar después de las legislativas.

Una encuesta de última hora del centro Levada señala que RU obtendrá el 63% de los votos, seguida del Partido Comunista de Rusia (PCR), con un 11%; el Partido Liberal Democrático del populista Vladímir Zhirinovski, con un 8,7%, y Rusia Justa (RJ), la formación que preside el jefe de la Cámara alta, Serguéi Mirónov, con un 7,6%. Según el mismo sondeo, los liberales de Yábloko y de la Unión de Fuerzas de Derechas (UFD), obtendrían un 2,5% y un 1%, respectivamente, por debajo del listón del 7% necesario para conseguir un escaño y del 3% requerido para que los gastos de la campaña corran por cuenta del Estado.

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La participación será de un 53%, según el estudio del centro Levada, realizado esta semana y que, por ley, no puede ser divulgado ya en Rusia dada la inmediatez de los comicios. La Comisión Electoral ha organizado un concurso de pronósticos y si los datos del centro Levada se confirman, RU y otros tres partidos minoritarios formarían el nuevo Parlamento, donde Putin, de desearlo, puede realizarse como legislador o desarrollar el concepto de líder de la nación que ha sido una de las divisas del programa de RU. Los gastos preelectorales del Gobierno han contribuido, según los analistas, a que el pronóstico oficial de la inflación para 2007 se haya disparado al 11,5%.

Durante la última legislatura (2004-2007), la Duma ha formalizado la involución que comenzó con la llegada de Putin al poder en 2000. Paso a paso, la democracia en Rusia se ha convertido en una suma de rituales vaciados de contenido y destinados a crear impresiones formales en los canales de televisión centrales, controlados por el Kremlin. RU se ha negado a participar en los debates. Con muchas restricciones, éstos han podido dirigirse a los rusos a horas intempestivas como invitados de debates triviales que transformaban a sus participantes en caricaturas de sí mismos. La posibilidad de atacar a los adversarios en su propaganda preelectoral les estaba negada por la nueva legislación. Así, Yábloko y la UFD han visto censurados sus anuncios televisivos más críticos con Putin.

Los comicios de hoy son mucho más restrictivos que los de 2003. Aparte de elevar el listón para entrar en el Parlamento, del 5% al 7% de los votantes, no existe ahora la expresión de protesta representada por la casilla de voto contra todos, ni tampoco un nivel de participación mínima. La Cámara estará formada por sistema proporcional, sin los diputados de circunscripciones regionales que eran el 50% de la cámara y aseguraban una presencia independiente en ella.

La oposición denuncia fraudes que comenzaron ya en la campaña y que se concretan sobre todo en la enorme desigualdad de oportunidades entre RU y los demás. Los observadores occidentales vienen a estos comicios debilitados y en una posición ambigua. La Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE decidió no enviar observadores en vista de las cortapisas puestas por las autoridades rusas. En cambio, la Asamblea Parlamentaria de la OSCE sí ha venido, pero su capacidad de observación está muy limitada.

Vladímir Putin, en un momento de una declaración pública realizada el jueves pasado en Moscú para pedir el voto por el partido Rusia Unida.
Vladímir Putin, en un momento de una declaración pública realizada el jueves pasado en Moscú para pedir el voto por el partido Rusia Unida.ASSOCIATED PRESS

Los políticos oficialistas, los más ricos

Tanto si son exactas como si no, las declaraciones de patrimonio que los candidatos a diputados deben presentar al registrarse para los comicios sirven para reflexionar sobre la posición social y económica de quienes compiten por los sillones de la Duma estatal de Rusia.

De los 10 candidatos con mayores ingresos, ocho son de Rusia Unida (RU), siendo el más rico Vladímir Artiakov, el gobernador de la región de Samara, en el Volga, y antes director de Autovaz, famosa por haber lanzado al mercado soviético la variante local de los Fiat italianos. Los ingresos de Artiakov en 2006 fueron 1.400 millones de rublos (39 millones de euros). La lista la completan un afiliado de Rusia Justa, con 507 millones de rublos, y Serguéi Muravlenko, con 494 millones. Muravlenko, un veterano del sector petrolero, es un candidato del Partido Comunista de Rusia y encabezó la junta directiva de la arruinada petrolera Yukos. En sus listas, los comunistas tienen también un parado, Nikólai Núrov, prácticamente sin ingresos.

Los propietarios de los apartamentos más espaciosos están en RU. Son Vadim Varshavski, con un piso de 677,6 metros cuadrados en Moscú, y el cantante Iosif Kobzon, con otro de 671,1 metros cuadrados. También hay casas grandes, palacios, a juzgar por sus dimensiones. La más amplia es la de Serguéi Ratnikov, de Rusia Justa, con 5.204,76 metros cuadrados en la región de Ulianovsk. El terreno más vasto pertenece a Nikolái Cherkashin, de la Unión de Fuerzas de Derecha, con 99 millones de metros cuadrados en Krasnodarsk (una buena zona agrícola en el Cáucaso), seguido por Alexandr Siniagin, un comunista, con 48 millones de metros cuadrados.

Algunos declaran tener propiedades en el extranjero, como Konstantin Zatulin, de RU, que dice poseer un piso de 94,5 metros cuadrados en España.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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