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El descontrol de la inflación

Los pensionistas cobrarán de media 28 euros más al mes desde enero

La desviación del IPC obliga al Estado a un gasto récord en pensiones

Lucía Abellán

El descontrol de los precios se va a traducir en un importante empujón a las pensiones del año próximo. Las 8,3 millones de prestaciones que existen en España experimentarán una fuerte subida en 2008 debido a que tendrán que incorporar la desviación de la inflación, que ha alcanzado el 4,1% interanual en noviembre, mes de referencia para el pago de prestaciones. El pensionista medio recibirá 27,8 euros más al mes desde enero. Es decir, 389 euros adicionales al año, además de una paga compensatoria por el poder adquisitivo perdido en 2007.

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Los pensionistas constituyen el único colectivo completamente blindado a las subidas de la inflación. Desde 1994 tienen garantizada por ley la revalorización de sus prestaciones con el índice de precios al consumo (IPC) de noviembre. Cuando el dato de ese mes resulta, como ha ocurrido esta vez, peor que la media del año, el colectivo gana poder adquisitivo. En caso contrario lo pierde. "El año pasado perdieron algo y este año lo han ganado", admitió ayer el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado.

Aunque el motivo es ajeno a la contienda electoral, el mal dato de inflación permite que los pensionistas reciban, apenas dos meses antes de las elecciones generales, la mayor paga por desviación de inflación. El Ministerio de Trabajo prevé que ese abono se produzca el próximo 21 de enero. El beneficiario medio recibirá 195,4 euros, aunque las cantidades varían enormemente según el importe de la pensión percibida (ver cuadro).

El mes pasado se ha convertido en el peor del año en cuanto a subidas de precios. Eso obliga al Estado a realizar un desembolso extra de 3.121,8 millones de euros, la mitad para la paga de enero y el resto, para consolidar la mejora en las nóminas. Se trata de la mayor cantidad a la que han tenido que hacer frente las arcas públicas desde que se aplica esta medida. Pese a todo, el Gobierno descarta que esa partida -equivalente, por ejemplo, a todo el gasto anual en pensiones no contributivas- descuadre las cuentas de 2007. Trabajo cree que sin ese impacto el superávit sería sólo "unas centésimas" mayor. Las cuentas públicas arrojarán un excedente entre ingresos y gastos similar al del año pasado, un 1,8% del PIB.

En todo caso, sólo la mitad de esa cantidad se imputará a las cuentas de 2007. El resto corre a cargo de las de 2008. La fórmula para aprobar a estas alturas del año una partida tan voluminosa deriva precisamente de los Presupuestos del año próximo. Una disposición adicional de esa ley permite abonar a principios de año la paga compensatoria. Y los Presupuestos se aprobarán definitivamente el próximo día 20, cuando el Congreso previsiblemente levante el veto que les ha otorgado el Senado.

Las mayores subidas porcentuales de la inflación corresponderán a las mínimas, que perciben unos tres millones de personas. Estas prestaciones, aún muy bajas, se revalorizarán por encima de la inflación el año próximo, con porcentajes que van desde el 5,12% de las no contributivas al 24,8% de los viudos -fundamentalmente viudas- con familia a cargo. En toda la legislatura, las pensiones mínimas han subido un 28%. Ese impulso contribuye a estrechar algo la brecha con la pensión máxima, que crece como la inflación real.

Granado defiende las alzas salariales para garantizar las prestaciones

La inflación beneficia y perjudica a la vez al sistema de pensiones. Por un lado, el Estado tiene que hacer frente a mayores pagos. Pero el impacto del IPC sobre los salarios -se revalorizan, en general, con la inflación de diciembre- eleva las bases de cotización, es decir, lo que empresarios y trabajadores abonan a la Seguridad Social por esos sueldos. "Para que suban las pensiones tienen que crecer también las bases", explicó ayer el responsable de Seguridad Social, Octavio Granado. El secretario de Estado se convierte así en una de las pocas voces oficiales que defiende la incorporación del IPC a los salarios.

Granado calcula que entre un 85% y un 90% de la subida de los precios se traslada a las bases de cotización. Las aportaciones a la Seguridad Social, asegura el secretario de Estado, están creciendo incluso por encima de la inflación real.

Con el IPC de noviembre en el 4,1%, es poco probable que el dato de diciembre baje del 4%. Eso obligará a las empresas a realizar un desembolso superior a 3.000 millones de euros en salarios, según estimaciones de la patronal CEOE. Esas cantidades se destinarán a compensar, del todo o en parte, la erosión que la subida de precios ocasiona en los salarios de los trabajadores sujetos a cláusula de revisión en sus convenios.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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