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La ofensiva terrorista

El PP dice que sólo habrá unión si es para derrotar a ETA

Las llamadas del Rey a favor de la unidad de los partidos políticos contra el terrorismo recibieron ayer el apoyo de la mayoría de los partidos, aunque todos achacaron a otras formaciones la falta de unidad y de consenso. El PP afirmó que esa unidad se dará si el Gobierno busca la derrota de ETA.

- PSOE. El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, resaltó la oportunidad del discurso de Nochebuena del Rey y el llamamiento por la unidad contra ETA, ya que el "terrorismo que no tiene otro horizonte que su derrota definitiva". López Garrido advirtió a los terroristas tras el atentado de Balmaseda de que "quien la hace, la paga". El socialista hizo también un alegato a favor de la Monarquía al afirmar que la Corona "no es solamente un símbolo de unidad", sino un "factor esencial" para el "progreso y el avance" de España.

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- Partido Popular. El PP culpó ayer al Gobierno socialista de la ruptura del consenso en materia antiterrorista y afirmó que esa unidad sólo se puede hacer si el Gobierno busca la derrota de la banda. Aun así, el secretario de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, afirmó que su partido hará todo lo posible para recuperar en el futuro la unidad de las fuerzas políticas en la lucha de contra el terrorismo. Elorriaga agregó que la Constitución fija como objetivo "la búsqueda permanente de los consensos entre todos los españoles, la garantía de la igualdad y de la cohesión entre todos".

- PNV. El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, afirmó que la preocupación expresada por el Rey por el terrorismo y por la falta de consenso para combatirlo es "difícilmente objetable". Erkoreka sí criticó las alabanzas del Rey al papel de la Constitución en los últimos 30 años.

- Izquierda Unida. El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, valoró el llamamiento al consenso contra ETA pero afirmó que el discurso fue "triunfalista" y que le faltó "mayor realismo". "El discurso despide un aroma en exceso triunfalista y electoral", mientras que echó de menos un "mayor realismo en relación a la situación de España". En este sentido, indicó que es un discurso con "ribetes triunfalistas y autocomplacientes, en el cual básicamente se reafirman la Monarquía y la Constitución".

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