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Magnicidio en Pakistán

El hijo de Bhutto toma el relevo

Bilawal, de 19 años, hereda la dinastía que dirige el Partido Popular de Pakistán - Las fuerzas políticas rechazan el aplazamiento de las elecciones del 8 de enero

La dinastía que rige buena parte de la vida política de Pakistán -uno de los países más convulsos de la Tierra y el único Estado confesional musulmán dotado de armas nucleares- quedó en manos de un muchacho de 19 años. El testamento político de Benazir Bhutto, la ex primera ministra asesinada el jueves, deja la presidencia del Partido Popular de Pakistán (PPP) en su marido Asif Zardari, pero éste la cedió al único hijo varón del matrimonio, Bilawal, que desde ayer llevará el apellido Bhutto, al igual que sus dos hermanas menores. La plana mayor del PPP aprobó la decisión.

Tras cinco horas de cónclave a puerta cerrada en Naudero (el pueblo de la sureña provincia de Sindh donde se encuentra la finca familiar de los Bhutto), Bilawal compareció ante la prensa, rodeado de su padre y de Majdum Amín Fahim, vicepresidente del partido y designado como primer ministro por Benazir, si el PPP gana las elecciones generales del próximo 8 de enero.

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La Comisión Electoral tiene previsto reunirse hoy para decidir si pospone los comicios. Zardari, que apenas permitió hablar a su hijo, señaló que el PPP quiere que se celebren en la fecha prevista. Sin embargo, no parece posible reponer en tan poco tiempo el material electoral desaparecido en los incendios de estos días de 11 oficinas de la Comisión Electoral en Sindh.

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El presidente del partido gobernante, la Liga Musulmana de Pakistán-Q (PML-Q), Tarik Azim, se mostró partidario de un retraso de entre "dos y cuatro meses", de manera que se restablezca la calma necesaria para llevar adelante el proceso electoral. Azim indicó incluso que la PML-Q ha suspendido su campaña electoral.

Cuando horas después, el PPP dijo que las elecciones no deben retrasarse, Azim se sumó al principal partido de la oposición e indicó que su formación "está lista". Todos los analistas, sin embargo, señalan que la conmoción que vive el país por el magnicidio puede volverse contra la PML-Q y hacerla perder millones de votos. De ahí su interés por "retrasar cuanto sea posible los comicios hasta que la gente se olvide de la matanza, aunque oficialmente no lo reconozcan".

Tras anunciar la participación del PPP en los comicios, Zardari invitó a Nawaz Sharif, líder de la segunda fuerza opositora del país, la Liga Musulmana de Pakistán-N (PML-N), a no boicotearlos como había anunciado. La PML-N aceptó la invitación y también se mostró a favor de sean dentro de nueve días.

La reunión de la Comisión Electoral tendrá sin duda más en cuenta los intereses del partido gobernante que los de la oposición. De ahí, que anoche nadie supiera realmente cuándo serán los comicios.

El viudo, que permaneció en la cárcel ocho años por corrupción -durante el primer Gobierno de Benazir (1988-1990) se ganó el nombre de Mister 10%-, indicó que fue él quien no quiso que a su esposa le hicieran la autopsia. "He vivido suficientemente en este país para saber cómo se hacen las cosas", señaló tras informar de que el PPP va a recurrir a Naciones Unidas para que se investigue el asesinato.

La cadena paquistaní de noticias en inglés Dawn emitió el vídeo de un aficionado en el que se ve a un joven vestido a la occidental y con gafas oscuras sacar una pistola y disparar contra la líder del PPP. Detrás de él, envuelto en el tradicional manto de la etnia pastún, aparece el suicida que instantes después se hace estallar matando a 23 personas. El vídeo echa por tierra la declaración del Gobierno de que Benazir, de 54 años, murió al clavarse en la cabeza la palanca de apertura del techo de su coche como consecuencia de la honda expansiva de la bomba.

Un portavoz de la Embajada de EE UU en Islamabad indicó que Washington está dispuesto a cooperar en la investigación, aunque hasta el momento no ha recibido ninguna petición oficial. Fuentes diplomáticas indican que el Gobierno paquistaní está consultando con otros Gobiernos cómo llevar a cabo la investigación porque no quiere que la ONU se encargue de ella.

En público, el Gobierno sigue sosteniendo que puede realizar solo la investigación. Pero el presidente, Pervez Musharraf, cuya popularidad está por los suelos y a quien el PPP acusa de encubrir a los asesinos de su líder, se enfrenta también a las presiones de su principal valedor (Estados Unidos), que impulsó el regreso de la ex primera ministra para favorecer la democratización de Pakistán.

Mohamed Jan, de 24 años y empleado en una empresa estadounidense, considera "una tragedia para Pakistán que el principal partido político sea una dinastía". Jan dice que nunca ha votado "ni votará hasta que los políticos dejen de robar".

Bilawal sujeta la foto de su madre mientras sigue la intervención de su padre (en primer plano), ayer en Naudero.
Bilawal sujeta la foto de su madre mientras sigue la intervención de su padre (en primer plano), ayer en Naudero.AFP

Un joven arrancado de Oxford

A sus 19 años, Bilawal Bhutto Zardari se ha convertido en el heredero de una trágica dinastía. Estudiante de Derecho en la Universidad de Oxford (Reino Unido), en la que permanecerá hasta finalizar su carrera, el hijo mayor de la asesinada Benazir Bhutto ha vivido casi más tiempo fuera que dentro de Pakistán, y hasta que el viernes pasado encabezó el sepelio de su madre, había permanecido al margen de la vida política y de los fotógrafos, al igual que sus dos hermanas menores.

Nació en 1988, justo un mes después de que Bhutto fuese la primera mujer que dirigía el Gobierno de un país musulmán.

Los familiares aseguran que Benazir siempre le preparó para que un día heredase las riendas del Partido Popular de Pakistán que fundara su padre, el también malogrado Zulfikar Alí Bhutto, ahorcado por el régimen del general Zia ul Haq.

Sin embargo, hasta el momento Bilawal se había concentrado en sus estudios y no tiene la más mínima experiencia política. En una entrevista con el prestigioso diario paquistaní Dawn, en el año 2004, al ser preguntado sobre si quería seguir los pasos de su abuelo y de su madre señaló que aún no lo sabía. "Ya veremos cuando termine mis estudios, pero me gustaría ayudar al pueblo paquistaní", dijo.

Amante de deportes como la equitación, la natación y las artes marciales, se confiesa un fan del críquet, aunque no lo practica. Bilawal es considerado un chico reservado, que disfrutaba viajando con su madre, de la que dijo en repetidas ocasiones que aunque estaba muy ocupada, siempre trataba de encontrar un minuto para estar con sus tres hijos.

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