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Menos precio, más calidad de vida

Guadalajara y Toledo aumentan su población a rebufo de Madrid

María R. Sahuquillo

A unos 45 minutos de Madrid y a mitad de precio que la capital. Cada vez más gente se traslada a la zona de Guadalajara o Toledo, que crecen un 4,95% y un 3,9% respectivamente en población, según los últimos datos del INE. José Manuel Rodríguez pasará en un par de semanas a ser uno de esos nuevos habitantes. Con 31 años se ha comprado su primera vivienda en Guadalajara. Un piso nuevo de 90 metros útiles, tres habitaciones y plaza de garaje en una urbanización ajardinada y con piscina. ¿El factor determinante? El precio de la vivienda, unos 258.000 euros (43 millones de pesetas). "En Madrid por el mismo dinero sólo podíamos comprar un estudio, no nos llegaba para más", explica.

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José Manuel trabaja en Madrid y asegura que llega antes desde Guadalajara que algunos de sus compañeros que viven en la capital. "Entre los trenes de cercanías, los autobuses casi cada 15 minutos y el AVE, te plantas en Madrid enseguida", cuenta. En autobús o en cercanías se tarda en llegar al centro de Madrid unos 45 minutos. En AVE, que para en Yebes, un pueblo cercano a Guadalajara, sólo 20. Además, el abono de transportes de la Comunidad de Madrid abarca hasta Guadalajara y cuesta unos 85 euros al mes.

"Esto se está llenando de madrileños. Cada vez hay más", dice Laura Rodríguez. Se trasladó a Guadalajara hace un año y medio por motivos laborales y ha notado que la población no para de crecer. "Conozco mucha gente que viene de Madrid, por trabajo o porque aquí comprarse un piso es más barato", cuenta. Laura asegura que la calidad de vida en Guadalajara es mejor que en la capital: "Esto es pequeño, no hace falta coger el coche o el transporte público para todo, puedes ir a todos los sitios andando. Además, las cosas son en general bastante más baratas".

"Se vive mejor. Allí no hay que hacer diez minutos de cola para comprar una barra de pan y también tienes bares para salir, y más baratos que en Madrid", añade José Manuel. Los comercios de Guadalajara han notado ese crecimiento. En unos meses han abierto en la zona dos centros comerciales y de ocio.

Pero no sólo recibe nuevos habitantes la ciudad de Guadalajara. Todos los municipios de sus alrededores también han experimentado un gran aumento de población. Desde los del límite de la provincia de Madrid, como Los Santos de la Humosa, hasta Azuqueca de Henares, muy cerca de Madrid pero ya en la provincia de Guadalajara. Rosi Naranjo y Ricardo Macías se compraron un piso allí hace un año. Nuevo, 80 metros, dos habitaciones, trastero y plaza de garaje por 242.000 euros (42 millones de pesetas). "Conseguir algo en Madrid con esas características es imposible. Estuvimos mirando uno similar en el barrio de la Ventilla y nos pedían 391.000 euros. Carísimo", dice Rosi. "Por el precio que hemos pagado no vimos nada", agrega. La tranquilidad de la vida en un municipio más pequeño y el tipo de construcciones de Azuqueca convencieron enseguida a Rosi y a Ricardo. "Yo tengo un hijo allí y vive muy bien. Además, en este pueblo no hay prácticamente ningún edificio de más de cuatro alturas, así que la zona, sobre todo la parte nueva, está quedando muy bonita. El piso que nos hemos comprado está en una zona muy agradable llena de avenidas", asegura Rosi.

A Inés Márquez, el chalé adosado en el que vive le ha costado unos 282.000 euros. Está en Ocaña (Toledo), a unos 50 minutos de Madrid en coche. Antes vivía con su novio en el centro. "El cambio me compensa, antes vivía de alquiler en un piso muy pequeño y ahora, aunque está más lejos, esto es más grande. Mi pareja y yo queremos tener un hijo y aquí la vida es más tranquila y, sobre todo, más barata", asegura. ¿La única desventaja? "Los atascos por la mañana para entrar en Madrid, donde trabajo", admite; "antes iba en metro y no me acostumbro a los líos que se montan".

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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