_
_
_
_
_
Crítica:LA PELÍCULA DE LA SEMANA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Histriones con química y arte

Carlos Boyero

Hay motivos históricos, cinéfilos, morbosos, necrófilos y fundamentalmente trágicos en el origen de Interview. Se trata del remake norteamericano de la película del mismo título que rodó el director holandés Theo van Gogh, alguien que alcanzó postrera, inmensa e indeseable fama porque un fundamentalista islámico le frió a tiros por la sagrada razón de que no le había hecho gracia el retrato que éste ofrecía del islam en el cortometraje Submission: Part 1.

Añádase el atractivo cebo de que está dirigida e interpretada por Steve Buscemi, un justificado mito del cine independiente norteamericano, señor con un rostro inquietante y canalla que delata todo tipo de experiencias intensas, actor fetiche de los hermanos Coen, histrión dotado de celo, gusto selectivo y capacidad de riesgo al elegir personajes, guiones y directores.

Más información
"Todos han hecho de la política algo feo"

Steve Buscemi, actor memorable en la quinta temporada de la inmejorable serie Los Soprano, también tiene el honor de haber dirigido uno de los capítulos más inolvidables e hilarantes de esta adictiva saga, aquel en el que el rey de los villanos Paulie y el enganchado e irascible Chris persiguen en un bosque tenebroso a una especie de Rambo de la mafia rusa curtido en la guerra de Chechenia.

Currículo tan sabroso por parte del creador no sirve para convertir Interview en una gran película, pero sí en un experimento curioso y bien resuelto, con inconfundible olor teatral, extraordinariamente interpretado por esa actriz sensual, hipnótica y transparentemente inteligente llamada Sienna Miller y por el propio Steve Buscemi.

Ellos son el principal reclamo de la retorcida historia entre un periodista degradado profesionalmente que debe hacer una desganada entrevista a una actriz tan popular y mimada como escasamente prestigiosa. La partida de ajedrez emocional y el peligroso coqueteo entre el listorro atormentado con urgente necesidad de un scoop y la autodestructiva y sofisticada actriz de éxito, resuelta en una noche alcohólica, farlopera, parlanchina, tramposa, sicoanalítica y calentona, desarrollada casi en su totalidad en un único escenario, tiene diálogos notables y sentido de la atmósfera, se ve y se escucha aceptablemente, pero tampoco deja excesivo poso, se te olvida pronto.

Pero sí me deja huella la fascinante Sienna Miller, cómo mira, cómo se mueve, cómo habla, cómo ríe, cómo provoca, cómo finge, cómo llora (brillante la interpretación que hace ante su embelesado contrincante de los diversos tipos de llanto que le impone su profesión), cómo llena de matices a su problemático personaje. Y percibes que existe una química poderosa entre ella y Steve Buscemi, que están disfrutando con ese combate dialéctico y sensorial de imprevisible final. Logran transmitir al espectador esa gozosa sensación. Que disfrutes con la exhibición de talento de dos histriones en forma.

Sienna Miller, en un fotograma de <i>Interview</i>.
Sienna Miller, en un fotograma de Interview.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_