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Reportaje:El deterioro económico

"La vida sube más que el sueldo"

La psicosis por el alza de la inflación se deja sentir a la hora de la compra

La cruda estadística sobre la escalada de los precios se cocía ayer en los fogones de la compra. En los mercados se palpaba la psicosis, no más que en las semanas precedentes, pero mezclada con la coyuntura de la cuesta de enero y el descalabro de las fiestas.

Preguntar por el coste de la vida en la Boquería de Barcelona provocaba exclamaciones rotundas del tipo: "¡Una barbaridad!" o "¡Todo es culpa del euro!" o "Todo sube, todo. El gas, la luz, el autobús, el pan...". Esta última exclamación sale de la boca de Encarna, que vive cerca de la Boquería y que subsiste con una pensión de viudedad "de menos de 500 euros". Antes, y antes precisa que es un año atrás, llegaba a fin de mes. "Ahora, no". Encarna dice que gasta 10 euros más a la semana en comida, informa Ariadna Trillas. Como ejemplos cita el encarecimiento de la leche, el pollo y el pan. "Pago 20 céntimos por una barra de cuarto".

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Víctor Manuel Pastor levanta un tetrabrik de leche en el puesto que regenta con su madre en el Mercado Central de Valencia y dice: "A principio de año esta caja la vendía a 0,90. Ahora la vendo a 1,45. Ha subido un 62%". Pastor, de 47 años, lleva trabajando en el mayor mercado de la ciudad desde que era un chaval y comenta que sí, que los precios suben y bajan, que hay buenas y malas épocas, pero que lo de 2007 "ha sido bestial", aunque él dice ganar menos que antes. "Si traslado a mis clientes todas las subidas, se marchan y tengo que cerrar", informa Ignacio Zafra.

En el mercado donostiarra de San Martín, Garbiñe Eizagirre termina de pagar la cuenta de la charcutería Maribel, mientras se queja: "Del verano aquí hemos notado que la vida ha subido muchísimo más que el sueldo". Su familia y ella se resisten a bajar la calidad de los alimentos que consumen y echan mano de la imaginación. "Si antes hacíamos los espaguetis sólo de una manera, ahora vamos variando de condimentos y los comemos más veces", explica.

Juan Francisco Oliva trabaja en la charcutería Maribel y oye las quejas. Él se defiende. "El precio de la charcutería está igual que antes; y la carne ha bajado. Las subidas se refieren más a la gasolina y los pisos". Bony Huguet le da la razón en parte. "Ha subido todo muchísimo, pero la fruta, la verdura y los lácteos, sobre todo. Donde menos lo he notado ha sido en la carne y el pescado", apunta, al tiempo que reconoce que ahora mira más los precios.

Huguet da estas explicaciones justo después de comprar en la panadería Talo dos barras de pan, uno de los productos que dio el subidón allá por octubre. En este establecimiento no han notado desde entonces que hayan bajado las ventas, informa Yolanda Montero.

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