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Tragedia en la estación de esquí

De la alerta 3 oficial a la alerta 4 real

El Instituto Nacional de Meteorología (INM) elevó ayer a riesgo 4 (fuerte) la alerta de aludes en el pirineo navarro y en el aragonés, en los macizos de Jacetania, Alto Gallego, Sobrarbe y Esera, horas después de que tres esquiadores fallecieran tras ser sepultados por una avalancha en la estación de Formigal (Huesca). Existen cinco niveles en la escala europea del riesgo de aludes. El aviso, actualizado a las 15.00 horas y válido hasta las 24 horas de hoy, eleva el riesgo 2 y 3 previsto anteayer por el INM.

El jefe del Servicio Nacional de Predicciones del INM, Ángel Alcázar, declaró que "el accidente se produjo porque, a pesar de que el riesgo en ese momento se situaba en un nivel tres, ascendió a cuatro por las precipitaciones de la noche anterior".

El INM señala que las nevadas registradas el jueves, principalmente por la tarde, han hecho aumentar significativamente el espesor del manto en todas las cotas. En la Renclusa se alcanzan espesores de 85 centímetros; en Goriz, de 62 centímetros; en Estos, 60 centímetros; en Lizara, Candanchú y Angel Orus, 50 centímetros; en Pineta, 46 centímetros; en Panticosa, 42 centímetros; y en Linza, 21 centímetros.

"En la mayoría de las pendientes el manto está débilmente estabilizado", señala el aviso. Advierte de que el anclaje de esta nieve reciente es muy débil, por lo que es "muy probable" el desencadenamiento de aludes.

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