El suelo del nuevo Museo del Prado ya sufre deterioro
La dirección del Museo del Prado admitió ayer que deberá proceder a ejecutar obras de reparación en parte del suelo, tan sólo dos meses después de la inauguración oficial de sus nuevas instalaciones, obra de Rafael Moneo.
Parte de las baldosas deberán ser cambiadas "poco a poco", especificaron fuentes del centro, debido a la aparición de coqueras (huecos entre la masa de las piedras), tal y como informaba en su edición de ayer el diario gratuito ADN. El museo considera, sin embargo, que estos desperfectos no son especialmente alarmantes, ya que la aparición de esas oquedades es "previsible". El material utilizado para las baldosas ahora deterioradas es piedra caliza de la localidad madrileña de Colmenar.
Fuentes de la dirección de la pinacoteca madrileña han explicado que el deterioro que se aprecia en "un número determinado de piezas" podría estar relacionado con el elevado tránsito de personas y objetos que se ha sucedido desde que la obra de la ampliación fue entregada el pasado mes de marzo, informa la agencia Efe.
Las mismas fuentes aseguraron que la reparación de las baldosas afectadas se efectuará a pesar de que ahora mismo no existe "ningún peligro para los visitantes".
