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Concesiones por 10 años

El transporte público por carretera en Galicia es una maraña formada por 154 concesiones administrativas de titularidad autonómica, que recorren 53 millones de kilómetros al año. Se trata de un sistema obsoleto que echa sus raíces en el modelo creado en España a partir de los años veinte del siglo pasado, que la nueva ley de transporte quiere reformular. Para ello, pondrá punto final a las larguísimas concesiones opacas al control administrativo. A partir de la entrada en vigor de la ley, las adjudicaciones de rutas tendrán un plazo de 10 años, prorrogable por un máximo de otros cinco.

Pero la renovación de las concesiones está supeditada a que caduquen las que están en vigor. A partir de este año irán venciendo buena parte de las concesiones históricas, pero otras no lo harán hasta 2021. La Consellería de Política Territorial ha optado por unificar el 31 de diciembre de 2014 el vencimiento conjunto de todas ellas.

Las empresas para las que esta fecha suponga una ampliación del plazo de concesión deberán aprobar a cambio programas de calidad, que pasan por la reducción de la antigüedad de la flota o la rebaja de tarifas. Para las que signifique un adelanto, la Xunta propone el rescate de la concesión o la simultaneidad de dos mismas empresas para una misma ruta de transporte.

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