Villa recobra el apetito

Villa huele la Eurocopa. Y eso le ha devuelto de pronto el apetito. El Valencia recuperó ayer la alegría en el ataque y abasteció como debía a su goleador, que marcó dos goles y cedió el tercero. Está hambriento Villa por recuperar el tiempo perdido. Dos de sus goles, eso sí, vinieron precedidos por sendas infracciones que no vio el árbitro.

En medio de las inseguridades que provocan las crisis, el Valencia ha encontrado un bálsamo en el Betis, al que ha ganado cuatro veces, dos en Liga y dos en Copa. El cuadro de Koeman empieza a soltarse. El técnico holandés puso en marcha ayer una noria de movimientos en sus cuatro hombres de ataque -Silva, Villa, Mata y Joaquín- y, entre los cuatro, descerrajaron a la defensa bética, que nunca supo por dónde le llegaban. De pronto Joaquín venía por la izquierda, o por el centro, o más bien volvía a su posición natural, en el extremo derecho, donde se reía con sus quiebros de su marcador, Fernando Vega, que ya tenía una tarjeta y amenazaba con recibir otra por reincidente. Y Joaquín le decía: "Me has dao", después de una falta del defensa, que replicaba: "No te he dao". Y a continuación, Joaquín volvía a dejarlo sentado. ¡Cómo disfrutó el gaditano!, que ha reservado sus mejores actuaciones frente a su ex equipo.

Tres de los cuatro tantos fueron precedidos de infracciones

Silva va ocupando cada vez más campo. Se siente importante. Y busca la complicidad de Mata, un crío que ha llegado de la escuela del Madrid para quedarse. Tiene pase, gol y, sobre todo, un deseo ancestral por dedicarse al fútbol. La cuarta pata de la mesa la conformó Villa, que empieza a afinar su instinto depredador. Control y chut. Dos toques. Así fue su primer gol anoche, que venía de una falta suya anterior.

El mismo juez de línea cometió dos errores garrafales. Primero dio un gol a Silva precedido por unas manos clarísimas de Villa. Y más tarde, en el arranque del segundo tiempo, un cabezazo a gol de Edu que estaba un metro en fuera de juego. Con dos tantos en contra, Chaparro optó por Sobis y Caffa en busca de toda la dinamita que le había faltado en la primera parte.

El Valencia fue dos equipos en uno. El que atacaba, daba gusto verlo. El que defendía, más bien miedo. Koeman tuvo bastante de Maduro -voluntarioso en la tarea de barrer en el centro del campo- y apostó por Banega, mucho más dotado para la posesión del balón. Como demostró apenas pisar el campo. Y propiciar que su equipo volviera a ocupar el terreno que le favorecía: la zona de tres cuartos.

El partido se desató y eso asustó a Koeman, que retiró a Mata y a Silva. El Betis nunca fue de frente a por el partido, pero iba a tener su oportunidad tras un córner concedido innecesariamente por Caneira. Se alzó imperial Juanito y su cabezazo lo escupió el larguero. No iba a ser tan indulgente Villa, que marcó de falta directa en el minuto siguiente. Directamente a la escuadra. Directamente a la Eurocopa.