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Inclán desdeña como "flecos" los motivos para la protesta

El postrer intento de Osakidetza por desactivar el conflicto contó ayer con la intervención en primera persona del titular de Sanidad, Gabriel Inclán. Ante la comisión correspondiente del Parlamento, Inclán hizo una defensa cerrada de la última oferta planteada a los representantes de los trabajadores, que consideró "espléndida", abogó por mantener viva la negociación y resaltó que los desacuerdos con las centrales se limitan a "flecos". "Y unos flecos", recalcó, "no pueden ser el motivo de una huelga general. La oferta es más que suficiente para que todo acabe".

En esta línea, horas antes de hacerse pública la decisión de las centrales, les advirtió de que si persisten en su actitud y mantienen el paro, el acuerdo será "más difícil". "La huelga sería una medida de presión desproporcionada que no sería entendible ni por los trabajadores ni por la ciudadanía. Si la mantienen, sería una muestra de que no quieren el acuerdo ni con esta ni otra medida", apostilló.

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Ya por la tarde, el departamento difundió un cominucado en el que sigue mostrando su convencimiento de que "en breve" se logrará un acuerdo, tras repetir que se han dado avances y su oferta hace innecesario recurrir convocar otra huelga.

El deseo de Sanidad pasa por cerrar un acuerdo "mayoritario, coherente, adecuado y duradero". Las palabras del consejero no calaron en el PSE ni en el PP, que criticaron con dureza su gestión del conflicto laboral y le censuraron por su falta de liderazgo y su "torpeza" a la hora de negociar. Los socialistas mostraron su preocupación por la privatización de algunos servicios y exigieron al titular del departamento un compromiso de que no externalizará nada. Inclán les replicó que están aprovechando el conflicto para hacer campaña electoral y desgastar al tripartito y especialmente al PNV, que controla la cartera.

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En la reunión de la mesa sectorial del pasado 23 de noviembre, Osakidetza puso una oferta que en conjunto suponía una inyección económica de 143 millones. El coste de su nueva propuesat se eleva ya a 176 millones. "Nos hemos dado una nueva oportunidad, con una oferta que sí puede ser asumida por la sociedad", comentó el consejero, esperanzado en un pacto final.

Su intervención fue seguida por los sindicatos a través de una televisión situada en una sala contigua a la de su intervención. En ese momento, todas las posibilidades estaban abiertas.

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