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"Eran amigos pero no enamorados"

Laura Morales, la boliviana de 22 años asesinada en Lavapiés el lunes, había conocido a su agresor hace pocos meses mientras estudiaba un máster

Álvaro Corcuera

Laura Morales Iguice, boliviana de 22 años, estaba prácticamente de paso en Madrid. Había venido para seis meses. Al cuarto perdió la vida asesinada, supuestamente, a manos de su compañero sentimental, Néstor Wilfredo Villamatas, también boliviano y de 29 años, al que conoció en Madrid a finales del año pasado. A puñaladas, tres, Laura engordó el lunes la macabra lista de mujeres asesinadas por la violencia machista en España. Son 17 mujeres muertas, cinco de ellas en Madrid, en lo que va de año.

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Laura era una estudiante ejemplar, "de matrícula", según cuentan sus familiares. Nacida en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), marchó a Chile para labrarse un futuro. En una universidad privada, la Universidad Adventista de aquel país, la joven estudió Ingeniería Comercial. Tras completar la carrera, Laura vino a España. En Madrid encontró lo que buscaba, seguir estudiando y realizar prácticas. Así, Laura estudiaba un máster en una universidad privada madrileña y trabajaba, al mismo tiempo, en una empresa de la capital. Según una familiar en Bolivia, Laura y Nestor "eran amigos pero ella no estaba enamorada". La chica vivía sola, en un piso alquilado en un bajo de la calle de Salitre, en Lavapiés, desde que llegó a Madrid en octubre. Ahí fue donde Nestor, presuntamente, la apuñaló. Los vecinos, que no escucharon nada, aseguraron el martes que la pareja llevaba entre dos y tres meses conviviendo en el piso. Sin embargo, la familia lo niega y asegura sentirse muy sorprendida. "No vivían juntos", asegura la mujer, al otro lado del hilo telefónico.

El asesinato de Laura consternó, como es lógico a la familia, de cuatro hermanos. Y pilló fuera de Bolivia a Delia, la madre, que visitaba a otra hija, Tatiana, que vive en Estados Unidos. Quien sí estaba en su país era Teodoro, padre de la víctima, que habló ayer para el canal de televisión boliviano PAT. Allí detalló la felicidad de su hija en Madrid. "Le habían ofrecido seguir trabajando en la empresa", reveló. Sin embargo, la ambición del padre era que su hija regresara a Bolivia para encargarse del negocio familiar, "una pequeña farmacia", según detalló Jaime Fernández, el tío de la víctima.

Jaime es el único familiar que tenía Laura en España. Residente en Barcelona, explicaba ayer que su sobrina había viajado alguna vez hasta la capital catalana para visitarle. "Era una muchacha demasiado aplicada", recordaba. Laura no le había hablado nunca de Nestor. Jaime, muy afectado por lo sucedido, explicaba que su sobrina "daba completa prioridad a sus estudios". Y añadía: "Era muy estricta consigo misma".

Laura, trabajadora, creyente y amante del baloncesto, según sus conocidos, nunca puso una denuncia por malos tratos.

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Laura, junto a Néstor, su presunto asesino, en una imagen reciente.
Laura, junto a Néstor, su presunto asesino, en una imagen reciente.PAT

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Sobre la firma

Álvaro Corcuera
En EL PAÍS desde 2004. Hoy, jefe de sección de Deportes. Anteriormente en Última Hora, El País Semanal, Madrid y Cataluña. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull y Máster de Periodismo de la Escuela UAM / EL PAÍS, donde es profesor desde 2020. Dirigió 'The Resurrection Club', corto nominado al Premio Goya en 2017.

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