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Los paraísos fiscales

Hacienda investiga a 100 españoles con cuentas en Liechtenstein

Los nombres figuran en el DVD que Alemania compró a un confidente

Lucía Abellán

Hacienda sigue la pista a un centenar de ciudadanos españoles implicados en el mayor escándalo fiscal de la historia de Alemania, según fuentes conocedoras de las investigaciones. El fraude, consistente en desviar capitales al paraíso fiscal de Liechtenstein para evadir impuestos, afecta ya a unos 15 países en todo el mundo, entre ellos España. Desde hace poco más de una semana, la Agencia Tributaria tiene en su poder una lista de españoles sospechosos de operar en ese paraíso para evadir impuestos y ha comprobado la identidad de 100 personas.

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Sus nombres figuran en el DVD que los servicios secretos alemanes compraron a un confidente y que sólo en Alemania ha permitido desenmascarar a un millar de ricos.

Con el centenar de investigados, la magnitud del fraude en España se equipara a Estados Unidos, donde las autoridades tributarias también escudriñan a unas 100 personas.

El alcance es inferior al de países europeos como Francia, con 200 sospechosos, o Italia (150). Se desconocen las cuantías defraudadas. Sólo Alemania, el país más afectado, ha divulgado sus cálculos, que apuntan a unos 4.000 millones de euros ocultados al fisco.

Del centenar de sospechosos españoles, Hacienda tendrá que determinar quiénes van a los tribunales por delito fiscal (fraude superior a 120.000 euros e intención de realizarlo) y quiénes merecen sólo una inspección por haber evadido impuestos en cantidades inferiores.

El proceso para desviar dinero a un paraíso fiscal es sencillo, aunque difícil de detectar. En lugar de tomar una ruta directa hacia, en este caso, Liechtenstein, el dinero defraudado hace escala en varios países de la Unión Europea, donde el movimiento de capitales es libre. El objetivo es complicar la madeja y dificultar el ejercicio de tirar del hilo, pues en cada una de estas operaciones, el propietario del dinero cambia de identidad.

Más fácil de identificar es el camino de vuelta. Cuando el defraudador decide recuperar el dinero negro (por ejemplo, para comprar un solar y edificar en él), el rastreo es más fácil, ya que en algún momento ese dinero queda deja una huella que se puede seguir y, en algunos casos, permite descubrir grandes tramas. Es lo que ocurrió con la operación Malaya, la mayor corrupción urbanística destapada en España, y la operación Ballena Blanca, la de más envergadura en blanqueo de capitales. En ambos casos, las pesquisas se iniciaron cuando los implicados recuperaron dinero depositado en paraísos fiscales.

No existe una idea precisa de qué cantidades atesoran esos territorios libres de tributación y opacos en el intercambio de información. La OCDE, organización que aglutina a las 30 economías más prósperas del mundo, estima que mueven entre tres y 4,6 billones de euros, es decir, entre tres y cuatro veces el producto interior bruto (PIB) de España. La Organización de Inspectores de Hacienda, que toma los datos del Fondo Monetario Internacional, eleva esa cantidad a una cuarta parte de la riqueza mundial, aproximadamente nueve billones de euros.

Aunque nadie calcula cuánto dinero pueden tener los españoles depositado en paraísos fiscales, hay una pista: la Agencia Tributaria denunció ante los tribunales delitos fiscales en los que se defraudaron en total entre 3.000 y 5.000 millones en 2006.

Varios activistas se manifiestan en Berlín el 20 de febrero contra de la evasión fiscal en Liechtenstein.
Varios activistas se manifiestan en Berlín el 20 de febrero contra de la evasión fiscal en Liechtenstein.EFE

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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