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Cientos de vecinos arropan a la familia en el tanatorio

El Torrejón, el barrio de Huelva donde vivía Mari Luz Cortés con su familia, estaba mudo ayer por la mañana. Como en una peregrinación, desde el viernes por la noche cientos de vecinos visitan el tanatorio, que se encuentra cerca de la barriada, para acompañar en el dolor a los padres de la niña, Juan José Cortés e Irene Suárez. El portavoz de la familia, Luis Molina, declaró ayer entre una nube de periodistas que la pareja y sus allegados se encuentran "destrozados por el dolor y la tristeza; tienen los corazones rasgados". El director del Colegio Diocesano de Huelva, Baldomero Rodríguez, en el que estudiaba Mari Luz, añadió que los padres están "deshechos".

Rodríguez declaró a Europa Press, tras visitar el tanatorio, que el padre "estaba totalmente ido, pero manteniendo la entereza", mientras que la madre permanecía en un "constante llanto". "El ambiente que reinaba allí era de dolor y angustia. Todo el mundo se ha contagiado de estos sentimientos porque la noticia ha hecho desaparecer toda la esperanza y la ilusión que existía por volver a ver a la niña", añadió. El director recordó a Mari Luz, como una pequeña "muy alegre, juguetona y bailarina", que demostraba una "cierta timidez" que le impedía "entrar en clase sin la compañía de su abuelo o su abuela".

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"Una frase lapidaria"

El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez (PP), también explicó a los periodistas que había encontrado a los padres de la niña en un estado de ánimo dramático. Rodríguez recordó cómo Juan José Cortés le dijo ayer "una frase lapidaria: ya no tenía que buscar más a su hija". Unas 200 personas se concentraron en las puertas del Ayuntamiento de Huelva, donde se había convocado una concentración en repulsa del "acto vil" cometido contra Mari Luz. El acto no estuvo exento de polémica, ya que la portavoz del PSOE en el Consistorio reprochó al alcalde no haber consensuado el manifiesto de repulsa que leyó.

La noticia de la muerte de la niña trajo consigo la anulación del concierto previsto para ayer sábado para recaudar fondos. El dinero debía ingresarse en una cuenta que la familia tiene abierta para pagar, entre otras cosas, la contratación de una agencia de detectives privados. Luis Molina señaló que, si bien en un principio los investigadores debían trabajar para encontrar a Mari Luz, "ahora lo harán para encontrar al culpable o culpables de lo que le ha pasado". La familia está a la espera de que terminen los análisis para celebrar el entierro de la menor, afirmó Molina.

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