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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Europa se frena

Un año más las estadísticas muestran de forma tozuda cómo la inversión, comúnmente llamada gasto, en I+D en Europa se estanca. Para el 2006 la cifra es el 1,84% del PIB con una variación despreciable durante los últimos años. Siendo que, de forma abrumadora, la mayor parte del presupuesto de I+D está en los países miembros de la UE, tendremos que concluir que son éstos los que no están haciendo los deberes. En efecto, los grandes esfuerzos de la Comisión Europea, a través de su Programa Marco, que sólo supone alrededor de un 5% de la inversión pública en Europa, con crecimientos notables (y peleados hasta el agotamiento) son encomiables, pero no consiguen cambiar la tendencia. Cualquier cambio de ritmo que pretenda desatascarnos y acercarnos a otras potencias mundiales tendría que provenir de los países, y sobre todo de los grandes (Alemania, Francia y Reino Unido).

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El I+D público se dispara

En cuanto a España, si miramos los fríos números, estamos en el 1,16% del PIB, alejado de la media europea (1,84%). Sin embargo, hay razones para ser optimista cuando en lugar de mirar la foto fija uno observa la evolución temporal. La primera razón es que en los últimos cuatro años España ha más que doblado su presupuesto público y volverá a doblarlo en cuatro años más si se cumple el Plan Nacional de I+D+i 2008-2011. La segunda razón es que el crecimiento en la inversión en I+D por parte del sector privado aumenta en porcentajes de dos dígitos. La dinámica positiva en la que ha entrado la empresa española es el mejor indicador y la mejor esperanza para un crecimiento que se retroalimenta con la inversión pública. De ahí que no es ninguna imprudencia pensar que España se acercará y superará la media europea en unos años. Esto puede argüirse también a partir de las estadísticas que muestran la gran vitalidad de algunas regiones como Cataluña, Madrid y Andalucía, que se sitúan entre las regiones europeas que generan mayor empleo en industria de tecnología media y alta o en servicios intensivos en conocimiento.

Naturalmente los indicadores de actividades de I+D son ingratos en cuanto a que el impacto de un gran esfuerzo no es visible hasta pasados unos años. Ello tiene un gran paralelismo con los resultados de la I+D, sea de carácter académico o industrial. Políticos y empresarios quisieran disfrutar de los efectos de sus esfuerzos e inversiones de forma inmediata. En este sentido, me temo que tendremos que esperar unos cuantos años antes de que las estadísticas muestren que vamos por el buen camino.

Enric Banda es director de Innovación y Medio Ambiente en La Seda de Barcelona y Presidente de Euroscience.

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