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Problemas en los estudiantes para aprobar las pruebas

Los niveles de euskera que planteará el Departamento de Educación en su reforma resultan en estos momentos difíciles de alcanzar para buena parte de los alumnos de Primaria y Secundaria. Las pruebas de B1 y B2 que ha realizado tanto en Primaria como en Secundaria han arrojado unos resultados preocupantes. Las evaluaciones se llevaron a cabo para comprobar cuál era la situación real del conocimiento del euskera y son las que han propiciado la reforma de los modelos.

Los resultados de los exámenes realizados en 2005 a alumnos de Secundaria de los tres modelos para conocer cuántos estaban en condiciones de lograr el B2 arrojó resultados sorprendentes y alarmantes: sólo un 57,2% de los estudiantes del modelo D (euskaldún) aprobó las pruebas escritas y un 68% las orales. En el caso del modelo B (bilingüe), los resultados fueron peores: un 27,5% de aprobados en el examen escrito y un 32,6% en el oral. Ningún alumno de modelo A (castellano) pudo acceder a la prueba al no superar la criba previa.

Mientras, uno de cada tres alumnos que estudian euskera y el 61% de los de la línea bilingüe no superó la prueba oral y escrita de nivel B1 que realizó Educación para medir la competencia en lengua vasca de los escolares en el último curso de Primaria. Sólo el 2% de los que estudia en castellano superó la prueba. Las notas del ejercicio escrito resultaron peores. Aprobó la mitad de los escolares de enseñanza en euskera y un 30% de los de la línea bilingüe.

"Escenario diferente"

Parece claro que para el actual sistema educativo vasco el B2 es un nivel de difícil consecución incluso para los alumnos del modelo íntegramente en euskera. Sin embargo, el director de Innovación Educativa, Juanjo Agirrezabala, realiza una precisión y contempla un "escenario diferente". "Un 68% de los alumnos de modelo D aprobaron, pero si se suman los que estuvieron a punto de conseguirlo se sobrepasa el 90%. Teniendo en cuenta que hasta ahora la evaluación se ha hecho sin tener en mente el objetivo de lograr el B2 y ahora se va a trabajar en aras a conseguirlo, el escenario que se abre es diferente".

Los resultados en las pruebas de B1 y B2 han servido para apoyar la "necesidad" de reformar los modelos lingüísticos, un cambio con el que el departamento pretende convertir al euskera en la lengua principal de la enseñanza y mayoritaria a la hora de impartir las asignaturas. El castellano, en ese caso, quedaría relegado, lo que ha soliviantado a los padres que escolarizan a sus hijos en el modelo A.

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