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Entrevista:ALMUERZO CON... MARK CHEN

"China nos ataca hasta con tormentas de arena"

No resulta habitual toparse con un alto cargo del Gobierno caminando tranquilamente por las calles de la capital. Menos aún en periodo de elecciones y sin séquito ni seguridad aparente. De ahí que quienes lo reconocen enarquen las cejas y corran hacia la oreja de sus conocidos con el dedo índice ya preparado para señalar su alta figura. Pero Mark Chen, secretario general del Consejo de Seguridad Nacional y ex ministro de Asuntos Exteriores de Taiwan, la "isla rebelde de China", no se inmuta. Camina con rapidez. Se siente a gusto entre la gente. "Si los políticos no compartimos una vida normal con la población, ¿cómo vamos a entender sus problemas? Ése es uno de nuestros principales errores". Tampoco es habitual que alguien de su rango almuerce en un restaurante de comida rápida. Eso sí, china: "Nada de hamburguesas, que estamos perdiendo nuestras raíces".

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El Cha for Tea es una cadena taiwanesa que ofrece todo tipo de platos con un ingrediente común, el té. Ya sean buñuelos en sopa o algas en salsa. Desde los entrantes hasta los postres están ligados a la planta estrella de la cultura china. El establecimiento cercano al Palacio Presidencial, donde se encuentra el despacho de Chen, es uno de sus favoritos, como atestigua la cariñosa acogida que le dispensan los camareros. Su mesa preferida está junto a la ventana. Chen recomienda un menú del día, y ayuda a la camarera a distribuir y recoger los platos con una sonrisa paternal. También se encarga de servir el té. Al otro lado del cristal, Taipei bulle.

El partido de Chen perdió las elecciones el domingo y él ya tiene un horizonte de jubilación. Será momento para disfrutar de su país y de su familia. "Trabajar en política supone permanecer continuamente en tensión, y hacer dejación de las obligaciones como marido, padre y abuelo. Así que ahora tendré que retomar el tiempo perdido".

Hasta entonces su principal preocupación son los mil misiles que apuntan a Taiwan desde el otro lado del estrecho. "No dudo de que algún día China utilizará la fuerza para invadirnos. Es sólo cuestión de tiempo". Y es contundente: "Éste es el único caso en el que un régimen dictatorial amenaza a uno democrático y el mundo se queda de brazos cruzados". Sin embargo, reconoce que en la propia Taiwan el problema pierde peso. "La gente está preocupada por la amenaza económica más que por la militar. Necesitamos reinventarnos para seguir teniendo éxito". Y ahí es donde radica la fuerza de la oposición. El Kuomintang ganó las elecciones, partidario de mejores relaciones con China para beneficiarse del milagro económico. Chen señala el pronóstico del tiempo en el periódico. "Posibilidad de tormentas de arena". Se dibuja una sonrisa infantil en su rostro. "Nos llegan de Pekín. Hasta con tormentas de arena nos ataca China. Nosotros nos defendemos con tifones". Cita a Malaui, país insignificante que ha dejado de reconocer a la isla para ganarse el favor chino. Es la política del cheque. "Antes podíamos competir, pero ya no", admite con nostalgia. Lo que sí puede hacer, y no deja alternativa, es pagar la cuenta. Y en la mejor tradición china, maquilla una visita al lavabo para hacerlo sin que su invitado pueda interponer queja alguna.

Mark Chen quiere comida rápida, pero china. Nada de hamburguesas.
Mark Chen quiere comida rápida, pero china. Nada de hamburguesas.Z. A.

Cha for Tea. Taipei

- Sopa de pescado

- Buñuelos de gambas al té

- Algas fritas

- Arroz blanco

- Verduras salteadas con té

- Estofado de carne con gambas

- Té verde, y té de jazmín

- Total: 1.430 dólares de Taiwán (30 euros)

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