Dos nuevas suspensiones de pagos
Primero fue la valenciana Llanera. Le siguieron otras, como el grupo vasco Ereaga o más recientemente la catalana Sánchez. Sobre Habitat pendía la sombra de la suspensión de pagos hasta que hace un mes la inmobiliaria de la familia Figueras logró in extremis un acuerdo con los bancos acreedores. Ahora, dos nuevos nombres se han unido a la lista negra de empresas del ladrillo que solicitan el concurso de acreedores.
Cosmani Inmobiliaria y otras cuatro sociedades del grupo al que pertenecen un total de 22 empresas presentaron el pasado 17 de marzo voluntariamente el concurso de acreedores. La inmobiliaria, que negocia preacuerdos con la banca para aplazar el pago de una deuda de 350 millones de euros, remitió ayer un comunicado en el que achaca su situación al momento adverso del sector inmobiliario y la "presión" de las entidades financieras acreedoras, que exigen "incluso anticipadamente" la devolución de los créditos y avales concedidos.
La inmobiliaria, que tiene en plantilla a 15 trabajadores, ha optado por este procedimiento para paralizar los pagos y evitar así deteriorar un patrimonio valorado en más de 1.600 millones de euros. Cosmani tiene doce promociones en curso repartidas entre Valladolid, Segovia, Madrid, Alicante, Almería y Málaga.
La siguiente en la lista es la constructora de vivienda protegida Prasi, que ha aceptado un concurso necesario al que le han instado varios acreedores. Prasi ha reconocido una deuda de 40 millones de euros. Según fuentes jurídicas que cita Efe, la empresa, que opera principalmente en Madrid y en Castilla y León, se vio abocada al concurso después de que las empresas municipales de la vivienda de Madrid y de Alcorcón le retiraran varios proyectos.
