_
_
_
_
_

La juez alega sentirse "como un peón de ajedrez"

La magistrada Entrena mantuvo a un inocente encarcelado durante 437 días

"Para mí este juicio ha sido como una partida de ajedrez, pero aquí no ha ganado ni el rey negro, ni el blanco; solamente hay dos perdedores, que han sido dos peones, uno de ellos el preso, por los días de más -unos 60, según sus cuentas- que ha estado en prisión, y la otra he sido yo". Adelina Entrena, la juez de Motril (Granada) que mantuvo a un hombre en la cárcel durante 437 días pese a ser inocente, adoptó el papel de víctima y lloró ante el tribunal que le juzga por el grave error judicial en el Tribunal Superior de Justicia (TSJA), y que dejó el caso visto para sentencia.

Más información
Condenada la juez de Motril que mantuvo un año en prisión a un hombre absuelto

En el ejercicio del derecho a su última palabra en el juicio, Entrena se ha mostrado "con una profunda tristeza y una gran pena, física y psíquica". La juez lamentó haber perdido dieciocho años "de prestigio, de apellido, de carrera y de amor a la vocación" que tiene por la judicatura y el respeto que le merecen los jueces. Para Entrena, el caso ha sufrido "una confluencia de conductas poco diligentes o negligentes, en ningún momento intencionadas, de muchas personas que ha provocado el fallo ocurrido", explicó. Además, añadió: "Me da pena que los magistrados sean tan criticados y tan sumamente mal vistos".

Frente a su alegato, el fiscal mantuvo su petición de suspensión de empleo o cargo público durante un año y tres meses y aumentó a 103.000 euros la indemnización para el preso. Por su parte, la acusación particular solicitó una inhabilitación de ocho años y 352.000 euros de indemnización.

Asimismo, ocho testigos declararon ayer ante el tribunal, informó Efe. El letrado de oficio de Campoy, Miguel González, afirmó que "no podía sospechar en ningún caso" que estuviera en prisión preventiva por la causa por la que le asistió. El Colegio de Abogados de Granada le abrió un expediente informativo, pero finalmente éste fue archivado. González alegó que desconocía que Campoy fuera preso preventivo, ya que la orden no le fue notificada a él, sino a otro letrado.

El funcionario de prisiones que informó a Campoy sobre su sentencia absolutoria, explicó que le leyó el fallo y éste quedó "perfectamente enterado" y le pareció "muy raro" que no reclamara con posterioridad su libertad. En la cadena de errores que arrastra este caso, una de las funcionarias del juzgado de Motril aseguró que nunca vio que contaran con un libro de registro de presos, por lo que ella misma introdujo en el programa informático que Campoy estaba en prisión preventiva. Sin embargo, otra funcionaria negó haber visto que Campoy figurara como preso preventivo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los médicos propuestos por la defensa explicaron que pese a las numerosas bajas laborales que sufrió la juez, sus facultades cognitivas y volitivas permanecieron intactas, si bien con muchos "altibajos". Respecto a los daños que Campoy sufrió como consecuencia de su estancia indebida en prisión, los peritos propuestos por la acusación particular explicaron que sufre secuelas y trastornos derivados de su encarcelamiento. El juicio quedó ayer visto para sentencia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_