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Elecciones en Italia

El futuro de Italia se juega en el Senado

Los sondeos predicen un empate virtual en la Cámara alta si Veltroni gana la batalla a Berlusconi en el centro del país

Walter Veltroni habla de la "remontada más grande de la historia" y alude al Mundial de España, "cuando nadie contaba con Italia y salió campeona". Aunque el mítico Paolo Rossi dijo ayer que para que sea igual tiene que ganar, los sondeos parecen darle la razón a Veltroni. La duda es si la campaña durará lo suficiente.

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El Partido Democrático (PD) empezó la campaña a 15 puntos del Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi. Los últimos sondeos muestran una reducción consistente, pero todo sigue dependiendo de los indecisos. Según Nando Pagnoncelli, de Ipsos, "hay dos factores nuevos que dificultan el pronóstico: la antipolítica y la novedad de la oferta electoral. Habrá que ver si triunfa la rabia, o la gente finalmente va a votar".

Todas las empresas de sondeos consultadas coinciden en pronosticar la victoria de la derecha en la Cámara, con márgenes entre dos y siete puntos. Pero el Senado, como en 2006, será la madre de la batalla electoral. Tiene las mismas competencias que la Cámara de Diputados: aprueba leyes, da y quita la confianza al Gobierno. Con menos miembros, 315 senadores contra 630 diputados, su particular sistema electoral, proporcional con premio de mayoría sobre base regional y obligación de alcanzar 8% para los partidos pequeños, convierte cualquier pronóstico en una ruleta.

En 2006, la coalición de Prodi ganó por 24.000 votos en la Cámara y perdió por 220.000 en el Senado. En el Parlamento, el premio de mayoría le dio el 55% de los escaños, mientras que en el Senado, las mayorías regionales acabaron dando a la Unión dos senadores más, 158 contra 156.

Lo que suceda en el centro de Italia, especialmente en el Lazio, donde votan cuatro millones de personas y se eligen 27 senadores, será decisivo. "Lazio, Abruzzo y Liguria no tiene dueño", dice Pagnoncelli, "la diferencia entre PD y PDL es mínima".

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Antonio Noto, director del instituto de sondeos IPR Marketing, que trabaja para La Repubblica e Il Sole 24 Ore, señala que la diferencia en el Senado es ajustadísima: seis escaños separarían a la derecha del resto de los grupos.

En 2006, Lazio fue el símbolo del empate: Prodi obtuvo el 49% y 12 senadores; Berlusconi el 50,2% y 15 senadores. Esta vez, Noto contempla dos hipótesis: "Si gana Berlusconi, obtiene 15 senadores y el PD, 8. Si gana Veltroni, será al revés. La diferencia de 7 senadores es suficiente para invertir la mayoría global".

Carlo Galli, profesor de Doctrinas Políticas en la Universidad de Bolonia, cree también muy probable un empate en el Senado, aunque ve como regiones clave "Calabria, Piamonte y Campania, además de Lazio".

Dentro del PD, son optimistas y creen que la victoria depende del arreón final de los indecisos: "Si movilizamos a los desilusionados, podemos ganar Liguria, Lazio, Abruzzo, Cerdeña, Calabria y Campania. Aunque también la Cámara está abierta. Las elecciones se juegan, como vimos en España, en la última semana", dice Andrea Orlando, responsable de organización del PD.

Nicola Piepolo, director del Instituto Piepolo, discrepa. Los últimos datos demuestran que la partida está cerrada a favor de Berlusconi. "Tendrá 164 senadores y ganará en cinco de las seis regiones más grandes (Piamonte, Lombardía, Véneto, Campania y Sicilia), en algunas de ellas creciendo mucho: sube 2,7 millones de votos respecto a 2006".

Para Piepolo, la llave de la victoria será el crecimiento de la Liga del Norte -"rozarán los dos millones de votos"-, y el efecto basura de Nápoles, "que castigará al gobernador regional Bassolino (PD) y trasvasará medio millón de votos al PDL".

Franco Pavoncello, profesor de Ciencias Políticas en Roma 3, coincide en que la gran incógnita es el centro de Italia, en particular Campania, Lazio y Abruzzo. "Y lo fundamental es saber si el ganador de la Cámara, es decir Berlusconi, logrará la misma mayoría en el Senado". Pavoncello cree que lo más probable es una situación "de mayoría muy exigua", que abriría dos posibles escenarios: la Unión de Centro de Pier Ferdinando Casini y la izquierda de Fausto Bertinotti "se convierten en determinantes, o, más probable, Berlusconi y Veltroni los dejan de lado y se unen en coalición".

Muchos italianos creen también que el acuerdo entre los dos grandes líderes, el así llamado 'Veltrusconi', es muy posible, aunque ellos lo nieguen. Francesco Frisenda, médico pediatra, lo resume así: "Sólo hay que ver lo tranquilo que está Berlusconi. No le importa perder, porque ya ha ganado: sabe que Veltroni se ha quitado de en medio para siempre a la izquierda radical, que es su gran pesadilla. El PD ya ha dicho que no hará la ley de conflicto de intereses contra Berlusconi, sino con Berlusconi. El pacto está en marcha desde hace meses".

El líder del Partido Democrático, Walter Veltroni, en un programa de la televisión pública italiana. Detrás, la imagen
de Silvio Berlusconi.
El líder del Partido Democrático, Walter Veltroni, en un programa de la televisión pública italiana. Detrás, la imagen de Silvio Berlusconi.AFP

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