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La Ertzaintza se refuerza para afrontar nuevos ataques

"La información que nos llega es que se van a intensificar ya los sabotajes contra nosotros, la Ertzaintza, los políticos, los jueces y lo que ellos llaman los poderes económicos. Y en esta nueva fase, ETA ha centrado en Askatasuna la dinamización de los grupos callejeros", explican fuentes de la lucha antiterrorista vasca.

Ante ese pronóstico, la dirección de la Ertzaintza ha decidido reactivar en las principales comisarías los grupos contra la violencia callejera. La idea, gestada hace meses, se puso en marcha a principios de año. Las tres capitales vascas y las consideradas comisarías rojas (en cabeceras de comarca como las de Hernani-Rentería, en Guipúzcoa, y Durango-Ondarroa, en Vizcaya) van a contar con esos grupos.

El 26 de febrero, el jefe de División de Seguridad Ciudadana y ex responsable de la lucha antiterrorista reunió en la comisaría vizcaína de Iurreta a los principales miembros de estos grupos para explicar la nueva situación.

En el encuentro se analizó alguno de los últimos ataques. Uno de los más graves se produjo en Hernani (Guipúzcoa). Una treintena de encapuchados, perfectamente organizados y con una indumentaria similar, quemó un autobús, la sede del PSE y atacó con cócteles a una patrulla de la Ertzaintza que "se salvó de milagro al salir por un callejón estrechísimo". Cuando pararon el autobús y ordenaron salir a sus ocupantes, el conductor se dirigió a uno de los jóvenes en euskera. Pero éste no le supo responder. Tras los incidentes, quemaron sus ropas para no ser identificados a través de pruebas de ADN.

"Algunos de los detenidos" en la operación del 17 de octubre en Vizcaya "habían asistido a reuniones convocadas por Askatasuna en las que se les aleccionaba sobre cómo actuar en la comisión de una acción de kale borroka y se les transmitía unas jornadas básicas de proceder en su realización, así como en medidas preventivas de seguridad", según un documento difundido en febrero por la cadena SER.

El nerviosismo se ha apoderado de este movimiento en favor de los presos, que en esa información creyó ver una operación policial en ciernes. "Askatasuna seguirá con su trabajo diario y no entrará a responder a las informaciones" que pretenden "favorecer la estrategia represiva".

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