La raya, el tenis y la lamprea
Todas las miradas iban a por el triángulo amoroso: Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Pero el alcalde de Madrid y la presidenta regional resolvieron rápido la papeleta con un beso y un frío saludo durante la entrega de las medallas de oro y de plata de la Comunidad. En eso tienen mucha práctica. Pero quedaba el affaire entre el regidor y el secretario general y candidato a seguir dirigiendo el PP.
Rajoy y Gallardón se fueron tranquilamente a departir al centro del patio de la Real Casa de Correos. En pocos segundos se formó un remolino de periodistas y curiosos que esperaban captar palabras sueltas sobre grandes cuestiones y, especialmente, sobre la tormenta que azota al PP. Pero la realidad siempre es mucho más de andar por casa.
Así, la conversación comenzó con el tenis. Con el Trofeo Godó y la plaza en semifinales que iban a tratar de obtener los españoles Rafa Nadal y David Ferrer. Y luego la cosa ya pasó a la gastronomía: "Con la raya hacen una caldeirada muy buena", dijo Rajoy. "Y la lamprea no hay que verla, hay que comerla", aportó Gallardón tirando de refranero. "Eso dicen en mi tierra, pero es un plato carísimo", contestó el líder gallego. Y así, casi con el delantal puesto, despacharon todo el interés del público.
Luego, obligado por el acoso de los micrófonos, Gallardón hizo una declaración de 27 segundos: "El Dos de Mayo es una fiesta importantísima. [...] Mientras duran las fiestas, no puede haber discordias ni puede haber peleas. Tiene que haber un aire festivo, y que todos nos llevemos bien: los políticos con los periodistas, los políticos de un partido con los de otro, e incluso, ¿por qué no?, los políticos de un partido con los políticos del mismo partido".
