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El Gobierno catalán apela al derecho a negociar directamente con Madrid

Barones socialistas reclaman que el Estado garantice la solidaridad

El Gobierno catalán saltó ayer contra la propuesta de las comunidades gobernadas por el PSOE de pactar un modelo de financiación autonómico entre ellas, en lo que insistió ayer el consejero andaluz de Economía, José Antonio Griñán. "Ni barones ni gaitas, el Estatuto dice, entre otras cosas, que la negociación debe ser bilateral", afirmaron varias fuentes del Gobierno catalán. Oficialmente, ningún miembro de la Generalitat quiso entrar a juzgar. "No acostumbro a opinar sobre las opiniones de otros", se limitó a señalar el consejero de Economía, Antoni Castells, autor de la propuesta. "Nosotros sólo queremos que Cataluña reciba la mejor financiación posible y nos gustaría mucho que el resto de autonomías hicieran lo mismo", añadió.

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El texto estatutario catalán señala: "Corresponde a la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales Estado-Generalitat aplicar los preceptos del capítulo de financiación". A eso se acoge el Ejecutivo que preside José Montilla para defender una negociación bilateral, sin que eso impida que el modelo pactado sea asumido por las comunidades que quieran.

A la vista del conflicto latente entre socialistas, que temen que Cataluña saque adelante un modelo inasumible por las comunidades en las que gobiernan, en la dirección federal del PSOE se ha decidido empezar las reuniones de forma bilateral; es decir, Ejecutivo central y PSOE con los gobiernos autónomos socialistas. Se trata de encontrar un común denominador, inexistente por ahora. Este movimiento ha enojado a los otros partidos del tripartito catalán. ERC no tolerará que "la financiación la decida la Ejecutiva del PSOE". Pero los barones socialistas, incluidos los del PSC, sí creen que tienen derecho a exigir que el Estado mantenga un papel esencial en la redistribución y en el reparto de recursos para conseguir la cohesión social.

Las posiciones dispares vienen de la lectura del documento de la Generalitat de Cataluña sobre su modelo de financiación, derivado del Estatuto. El presidente extremeño, Guillermo Ferández-Vara, asegura a este periódico que el modelo de la Generalitat "termina con el Fondo de Compensación y relaciona directamente la publicación de las balanzas fiscales con la aportación de cada cual".

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Los presidentes socialistas apelan al Consejo de Política Fiscal y Financiera como el ámbito del acuerdo y, por tanto, rechazan la negociación bilateral, sin tener en cuenta el texto del Estatuto Catalán que así lo regula. Uno de los principales puntos de la propuesta catalana es que la nueva financiación tenga en cuenta, por encima de otros factores, la población corregida por la inmigración.

El consejero catalán de Educación, Ernest Maragall, miembro de la Ejecutiva del PSC, tampoco entró en liza, pero defendió que el Estado ceda más recursos a las comunidades para que éstas puedan hacer frente al gasto de servicios básicos, como la enseñanza y la sanidad, aunque esto le lleve a gestionar menos del 50% de los recursos públicos. "¿Alguien me puede explicar por qué no puede bajar del 50% si sus competencias no representan, ni por su coste ni por su contenido, más allá del 30% o del 35%?", se preguntó Maragall.

El nuevo modelo de financiación deberá pivotar en torno a las necesidades de la población de cada comunidad y no podrá depender de la capacidad tributaria de los territorios. "Tributan las personas y no los territorios, y a igualdad de renta paga lo mismo un catalán que un extremeño", señaló Fernández-Vara.

De momento, el Gobierno andaluz, con una propuesta del vicepresidente Griñan, sobre la base de la necesidad de cada autonomía, tratará de aunar criterios con el resto de las autonomías socialistas. "Estoy un poco desconcertado con la propuesta de Cataluña", confesó Griñán. "No es asumible que se quiera reducir la solidaridad en un 60% sobre el conjunto de los recursos; además, no es posible hacer frentes entre autonomías sin estar presente el Estado", subrayó, según informa Fernando Pérez Monguió.

Los barones socialistas se quedan con el compromiso del Secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, en una entrevista ayer en EL PAÍS: "No vamos a renunciar al papel de garantizar la solidaridad".

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