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Reportaje:

Ante el Parlamento y el juzgado

La declaración judicial de Cearsolo se suma al debate político del desfalco

El Museo Guggenheim Bilbao sigue de actualidad por motivos ajenos a su actividad artística. A las iniciativas políticas para aclarar las irregularidades económicas detectadas en la Sociedad Tenedora, creada por el Gobierno vasco y la Diputación para adquirir la colección de arte del Guggenheim, la semana que mañana comienza se sumarán las judiciales. El próximo martes, el autor confeso del desfalco de casi medio millón de euros de las cuentas de la Tenedora, el ex director de Administración y Finanzas del Guggenheim, Roberto Cearsolo, está llamado a prestar declaración por vez primera ante el juzgado de Bilbao que instruye el caso.

Cearsolo se enfrentará a las diligencias judiciales abiertas por la denuncia presentada por el Guggenheim el pasado 16 de abril en condición de autoinculpado. Cuatro días antes de presentarse la denuncia, el abogado de Cearsolo entregó a la dirección del Guggenheim una carta en la reconocía la apropiación de dinero procedente de las cuentas de la Tenedora, la falsificación de la firma autorizada y la alteración de la contabilidad para ocultar el desfalco, iniciado en 1998. A su favor contará que antes de ser denunciado ya había devuelto más de 287.000 euros. La llegada de una comunicación del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) el 2 de abril solicitando los documentos necesarios para fiscalizar las operaciones de compra de dólares desencadenó el descubrimiento de la apropiación. Como Cearsolo, que sabía que sería descubierto, cogió la baja por depresión, el subdirector del departamento se encargó de recopilar los papeles y encontró las irregularidades en los extractos bancarios y en la contabilidad de 2005. Las investigaciones posteriores han revelado que la documentación de las operaciones fraudulentas ha sido destruida y en los libros de contabilidad legalizados determinadas hojas han sido arrancadas. Cearsolo sabía que en abril llegaría la petición del TVCP para fiscalizar las operaciones de compra de divisas. Contó con un gran margen de maniobra, no sólo porque sabía que así lo había aprobado el Parlamento vasco en febrero, sino también porque los técnicos del tribunal se habían puesto en contacto con el Guggenheim antes de enviar la petición oficial, según explicaron en las Juntas Generales de Vizcaya.

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El debate político se adelantará a la apertura del frente judicial para aclarar qué ha ocurrido en las cuentas del Guggenheim. La consejera de Cultura Miren Azkarate y el director general del museo, Juan Ignacio Vidarte, comparecerán mañana ante la comisión de Cultura del Parlamento vasco a petición propia para informar sobre la situación de la Tenedora. La auditoría de la sociedad, la primera que se realiza desde 1998, centrará la discusión. En ella se reflejan las pérdidas de 3.6 millones de euros ocasionadas por las operaciones de compra de dólares en ejercicios anteriores.

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