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Barcelona tiene agua hasta el mes de febrero si no llueve más

Las reservas de los pantanos, pozos y barcos suman 275 hectómetros

Nueve meses. El tiempo que dura un embarazo es lo que le queda de agua a Barcelona sumando las reservas de los pantanos (205 hectómetros cúbicos), las aportaciones de agua por barco (4,8 hectómetros), la explotación de nuevos pozos (5,5 hectómetros al mes) y la potabilización de la procedente de la depuradora (otros 2,5 hectómetros mensuales a partir de agosto). Total, hasta febrero, contando consumos medios de un hectómetro al día. El consumo actual es ligeramente inferior, pero será algo más alto en los meses de verano.

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Este cálculo no tiene en cuenta la aportación de unos 35 hectómetros cúbicos más procedentes del Ebro, que llegarían a través de la tubería cuya construcción está prevista y aprobada por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Esta canalización cada día presenta una duda más. Ayer, la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, trató de difuminar la incertidumbre arrojada 24 horas antes al sugerir que, con lluvias suficientes, no sería necesaria la tubería. Espinosa aseguró que en la situación actual, la tubería sigue siendo necesaria, porque Barcelona y su área metropolitana no tienen agua suficiente para llegar a mayo (cuando entre en funcionamiento la desalinizadora de El Prat), salvo que se produzcan nuevas lluvias.

La discrepancia de ayer se produjo entre Agbar (la empresa que dirigirá la obra) y la Agencia Catalana del Agua. El director general de Agbar, Leonard Carcolé, dijo la pasada semana que las obras empezarán dentro de 15 días. Manel Hernández, director de la Agencia Catalana del Agua, en cambio, dice que habrá que esperar de seis a ocho semanas. Ayer ambas partes se reafirmaron en las fechas sin que ninguna de ellas las argumentara.

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El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, anunció la interposición de un recurso contencioso administrativo contra la construcción de la tubería que debe transportar el agua del minitrasvase del Ebro que abastece a Tarragona hasta Barcelona. Iglesias sostuvo que las lluvias han hecho que el decreto que ampara la construcción de la tubería haya perdido vigencia y deba ser derogado.

El Gobierno catalán, explicó la consejera de Salud, Marina Geli, cree lo contrario. Geli defendió el trasvase de agua del Ebro a Tarragona tras el Consell Executiu, al tiempo que afirmaba que el Gobierno catalán es fieramente antitrasvasista. El Ejecutivo aprobó ayer las obras de ampliación de la desalinizadora de Tordera, que pasará de tratar 10 hectómetros cúbicos anuales a 20 dentro de dos años.

En el Consell Executiu, Josep Lluís Carod dio explicaciones sobre por qué el lunes había defendido que la interconexión entre Tarragona y Barcelona no sería necesaria si siguiera lloviendo, lo que fue interpretado como una rectificación. En cambio, mantuvo un silencio absoluto sobre la presencia de la diputada de ERC, Marta Cid, en la manifestación celebrada el domingo en Amposta.

Iniciativa tiene problemas más importantes. Ayer decidió disolverse la Comisión Política Intercomarcal de las Tierras del Ebro, lo que deja a la dirección nacional del partido sin un interlocutor único en la zona. En el PSC también hay grietas. El ex alcalde de Tortosa, Joan Sabaté, pidió ayer una "moratoria" en la interconexión.

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