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La primera gran protesta por la crisis

El petróleo arruina la previsión de inflación a Solbes

Algunas tiendas aprovechan el paro para subir precios de forma abusiva

Alejandro Bolaños

Los pronósticos oficiales sobre la situación económica resisten cada vez peor el ajuste de cuentas con la realidad, más sombría de lo que imaginaban. El IPC de mayo, que revela una inflación interanual del 4,6%, la más alta en 13 años, dieron ayer la puntilla a la previsión de precios del Gobierno para este año. Hasta que empezaron a llegar los datos del mes pasado, el Ministerio de Economía sostenía, frente al temporal inflacionista desatado por el alza del crudo, que los precios volverían a la calma a partir del verano y se moderarían hasta subidas del 3% a finales de año. "A no ser que haya una sorpresa, con el barril de petróleo subiendo un 33% en lo que va de año, eso ya no es factible", concedió el secretario de Estado de Economía, David Vegara.

El IPC llegó al 4,6% en mayo y Vegara cree ahora que no caerá al 3% este año
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El Gobierno realizó su predicción sobre la evolución de los precios a principios de año, cuando el barril de petróleo rondaba los 100 dólares (65 euros entonces) y las elecciones generales estaban a la vuelta de la esquina. Y se ha agarrado a ese vaticinio todos estos meses pese a que el mercado de crudo no daba ninguna señal de desfallecimiento. Pero en mayo, el precio del petróleo escaló hasta los 130 dólares (más de 80 euros) y desbordó los cálculos del Ejecutivo. "Habrá una moderación de precios en los últimos meses del año, pero no llegará al 3%", indicó Vegara. El secretario de Estado de Economía recalcó que el incremento sostenido de la inflación se debe a "un fenómeno de carácter internacional" y ante "la persistencia de los altos precios energéticos" eludió esta vez pronósticos más precisos. Expertos de la Fundación de Cajas de Ahorros o el Instituto Flores de Lemus creen que alcanzará el 5% este verano.

Al ascenso vertiginoso del precio del petróleo se suma ahora el impacto de las protestas de transportistas, agricultores y pescadores por el encarecimiento del gasóleo, que pueden deteriorar más los precios en los próximos meses. El desabastecimiento por los bloqueos ha disparado los precios en mercados de abasto y tiendas. En muchas ciudades escasea el pescado y donde lo hay el precio se dispara: en Vigo, el precio del kilo de sardinas se ha doblado (de 5 a 10 euros por kilo) en menos de una semana. En Granada, los productos hortofrutícolas han subido entre un 20% y un 30%, según las asociaciones empresariales; en Madrid, la bolsa de patatas pasó de 2,30 a 2,95 euros en un supermercado en sólo dos días.

Asociaciones de consumidores, como Facua, OCU o Ceaccu, advirtieron de que el acopio de alimentos por el miedo al desabastecimiento está siendo aprovechado por algunos tenderos para sacar reservas y venderlas más caras. Pero para el Gobierno, el impacto en la inflación está por ver. "Aún es muy pronto para saberlo, en tres días el efecto es despreciable, pero lógicamente depederá de la intensidad del paro", indicó Vegara.

Los datos del IPC que difundió ayer el Instituto Nacional de Estadística reflejan el impacto del alza del petróleo en el nivel de inflación. La subida de carburantes y lubricantes lleva el incremento de precios en el transporte al 8,4% anual, frente al 6,8% de abril. Y el aumento del gasóleo para calefacción eleva el precio del grupo de vivienda (que no incluye la compraventa) al 6,6% anual.

La alimentación, que también ha impulsado el repunte del IPC en los últimos meses, tiene ahora menos protagonismo en las subidas. El aumento de la tasa interanual en mayo fue muy discreto tanto en alimentos elaborados (del 7,4% de abril al 7,5%) como en los frescos (del 4% al 4,1%). Algo que se evidencia en productos que han simbolizado esta escalada como el pan (no subió el mes pasado) o la leche (con un recorte mensual del 1%).

La inflación subyacente, que excluye la evolución de los precios de los bienes más volátiles como el petróleo o los alimentos frescos, también se aceleró en mayo y llegó al 3,3%, dos décimas más que en abril. El Ministerio de Economía relacionó este incremento con la subida de servicios turísticos el mes pasado, y descartó que el encarecimiento de la energía se esté extendiendo a la formación de precios en otros bienes y servicios.

Economía da por hecho que el aumento de las tarifas eléctricas (entre un 5% y un 6%) se dejará sentir en la inflación, y el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, anticipó "nuevas subidas" en los próximos meses. Y el mercado de petróleo amenaza con volver a alimentarlas. Ayer, las noticias sobre un nuevo descenso de las reservas de crudo en EE UU impulsaron el precio del brent, de referencia en Europa, hasta los 136 dólares (85 euros), muy cerca de su récord. Y el último informe de la petrolera BP, publicado ayer, confirma las dificultades de la oferta para afrontar la creciente demanda de crudo: en 2007, por primera vez en un lustro, la producción de petróleo se redujo (un 0,2%) respecto al año anterior.

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