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La polémica lingüística

El talón de Aquiles del tripartito

Pocas cosas pueden violentar la tranquilidad de la segunda edición del tripartito de izquierdas en Cataluña como el catalán y su presencia en el sistema educativo. El Departamento de Educación depende del socialista Ernest Maragall, hermano del ex presidente autonómico, y es uno de los temas prioritarios para los nacionalistas de CiU, pero sobre todo para los socios gubernamentales de ERC. El fallo del Tribunal Superior de Justicia catalán pone en peligro la calma en el tripartito, pero la interpretación que hizo ayer el consejero Maragall actuó de bálsamo y no hubo ruido.

Y es que para Esquerra, principal socio de los socialistas en Cataluña, esta cuestión es cardinal para la continuidad del Gobierno de izquierdas catalán. El secretario general de Esquerra y portavoz en el Congreso, Joan Ridao, se alegró de la lectura que hacía la Generalitat del fallo y reiteró que "mientras ERC esté en este Gobierno no habrá tercera hora de castellano". La aplicación de esta medida debería haberse efectuado ya en el curso que acaba de finalizar, pero la presión de los independentistas aplazó su implantación.

La inmersión lingüística es una de las "líneas rojas" que Esquerra dijo hace unos días que no se debían sobrepasar, en velada amenaza de romper el tripartito en caso contrario. Así se decidió en el reciente congreso de ERC que catapultó a Joan Puigcercós como relevo de Josep Lluís Carod Rovira en la presidencia de los independentistas. En el anterior tripartito, presidido por Pasqual Maragall, el Departamento de Educación dependía de ERC y fue beligerante con esta cuestión. Ahora, Esquerra no quiere hacer cuestión del auto y apunta que no hace falta recurrirlo, porque, sentencian, la tercera hora "no se aplicará".

El PSC dijo ayer que se mantendría a la expectativa, que sólo recurriría el auto, "defendiendo el modelo lingüístico", si lo entendía conveniente en el futuro. Iniciativa, el tercer socio del tripartito, sostuvo que son necesarias medidas en defensa del modelo lingüístico catalán, que entienden es un "referente mundial" por lo que al ensamblaje social de una comunidad bilingüe se refiere.

El tripartito se apoya en el anteproyecto de Ley de Educación catalana para rechazar la tercera hora de castellano. "Todos los centros tienen que elaborar, como parte del proyecto educativo, un proyecto lingüístico que enmarque el tratamiento de las lenguas en el centro", señala el anteproyecto. Y de ahí no se van a mover los tres grupos del Gobierno catalán, que utilizan el Estatuto de autonomía, recurrido por el PP ante el Constitucional, como escudo legal ante cualquier ataque al respecto.

El tripartito espera que una vez la Ley de Educación entre en vigor, que como muy tarde lo hará dentro de un año, ya no haya más ocasiones para criticar el modelo catalán.

El Ministerio de Educación se abstuvo ayer de hacer declaraciones al respecto.

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