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Reportaje:

El mismo Chevrolet y los mismos nombres

El lazo entre gemelos idénticos sobrepasa el de cualquier otra relación afectiva, según explica en conversación telefónica con EL PAÍS Nancy Segal, psicóloga y directora del Centro de Estudios de Gemelos de la Universidad del Estado de California, que ha entrado en contacto con Socorro para ofrecer su testimonio experto como prueba.

En sus investigaciones, Segal ha analizado casos de gemelos separados, procedentes de uno de los pocos registros de gemelos que existen en el mundo, el de Minnesota. Este archivo recoge datos de 135 parejas de gemelos que han crecido en familias diferentes, 70 de ellos gemelos idénticos, como Julia y María. "Cuando se encuentran acostumbran a sentir impotencia, se sienten muy dañados y enfadados porque imaginan cómo hubiese sido su infancia si hubiesen estado juntos", explica la investigadora.

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En la mayoría de casos la desunión ocurre por adopción o muerte de los padres. Por equivocación, como ha ocurrido en Las Palmas, tan sólo hay un caso que Segal explica en su libro Indivisible by two. "El caso de las gemelas de Las Palmas es casi único", explica. La especialista ha estudiado a dos gemelos idénticos que en 1971, nada más nacer, tuvieron que quedarse durante un tiempo en un hospicio porque sus padres no tenían medios para mantenerlos. Al volver a por ellos, se produjo el cambio. Uno de ellos creció con un falso gemelo, mientras que el otro fue adoptado por otra familia. Al cabo de 22 años, coincidieron en la universidad. Físicamente eran iguales, tenían los mismos gustos y, entre ellos, el magnetismo fue instantáneo.

Otro caso, popular en Estados Unidos por su gran impacto mediático, son los hermanos Jim. En 1979, cuando tenían 39 años, uno de ellos descubrió al otro. Según explica Segal, cuando los citaron en el registro de Minnesota, ambos llegaron por separado en un Chevrolet azul. Sus vidas tenían muchos puntos en común: se habían casado dos veces, sus dos mujeres se llamaban igual y ambos tenían un hijo llamado James. De niños, los dos habían tenido un perro al que habían llamado Tobby. Los dos sufrían migrañas desde muy jóvenes y se mordían las uñas. Fumaban el mismo tabaco, y les gustaba la misma cerveza. Pero también había diferencias. Por ejemplo, uno de ellos se expresaba mejor hablando y el otro escribiendo.

También forman parte de la investigación de Nancy Segal los gemelos Tony Milasi y Roger Brooks. Ambos tienen 60 años y viven en Nueva York. Se encontraron a los 25 años. Y las mujeres Debbie Nehlman y Sharon Poset. La primera vive en Connecticut y la segunda en Kentucky. Actualmente tienen 50 años y se conocieron cuando cumplieron los 30.

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