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Reportaje:WIMBLEDON 2008 | Un pulso para la historia

"El partido más emocionante de mi vida"

Nadal asegura que está en el mejor momento para ser 'número uno'

"El partido más emocionante que he jugado en mi vida", dijo Rafael Nadal, campeón de Wimbledon, que con los sentimientos desbordados y a falta de adjetivos, resumió con esa frase lo que supone alzarse con el trofeo inglés. Porque para un partido como la final que se vivió ayer cualquier calificativo sobra: "Es muy difícil de explicar la sensación".

El mallorquín reconoció que el torneo era "especial totalmente". "Es mi quinto Grand Slam, estoy muy feliz por eso y especialmente porque es Wimbledon, donde había tenido dos finales, sobre todo la del año pasado, muy cerca. No era una espina, pero es una cosa que tienes en la cabeza", afirmó.

La victoria fue costosa. Por ser la final más larga de la historia de Wimbledon, donde ni los parones por la lluvia ni los minutos acumulados en los músculos apartaron al tenista de su sueño. "Mi único objetivo era estar concentrado y positivo en todo momento y que me iba a casa sabiendo que había dado todo y con la actitud necesaria", señaló. Y también, porque delante estaba el número uno, Roger Federer, a quien describió como "probablemente el mejor de la historia". El triunfo sobre el suizo no supuso para Nadal un mejor sabor de boca. "El premio es ganar el título", dijo.

"Es mi quinto 'grande'; estoy muy feliz por eso, y especialmente porque es Wimbledon"
El vídeo de la final de Wimbledon
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Nadal entra en la leyenda

Además de coronarse en la hierba del All England Club, la victoria le ha reportado a Nadal 750.000 libras (unos 950.000 euros) y 1.000 puntos en el ranking de la ATP, que le permiten supera por primera vez la barrera de los 6.000. Con 6.055 puntos, el mallorquín mantiene el número dos, se acerca a Federer (6.900) y deja muy atrás al serbio Novak Djokovic, con 4.945.

Tras concluir la final, Nadal se echó las manos a la cara. Las lágrimas brillando en sus ojos; y sus ojos, en busca de aquellos que siempre ha tenido al lado: su familia, sus padres, y su tío y entrenador, Toni Nadal, orgullosamente alegres de lo que su hijo y sobrino había conseguido. "Sin mucho tiempo para disfrutar", Nadal tuvo unos minutos para saborear las mieles y los laureles del éxito con los suyos. "He llorado en la pista de emoción, lógico, como cuando gané Roland Garros la primera vez", reconoció.

El joven tenista quiso aclarar que "en absoluto" se siente el número uno: "No lo soy. Me gusta sentir las cosas cuando las he conseguido. En este momento soy subcampeón del mundo". Y continuó: "¿Estoy en buena línea para conseguirlo? Sí, en el mejor momento. Para serlo, tengo que seguir con la misma línea y con la misma ilusión y saber que hay que mejorar en todo momento".

Nadal tuvo también palabras para su rival: "Sé hasta qué punto es duro para él perder aquí. Es un gran campeón, positivo en la victoria y en la derrota. No somos amigos, pero le tengo mucho respeto. Lo siento por él, merecía también el título".

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