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Reportaje:

Partida por la mitad

Laporta cuenta con tantos partidarios como detractores en la decisiva junta directiva de hoy

Ramon Besa

Aunque los intentos de consenso se repiten desde el domingo, después del voto de censura, la directiva del Barça llega a la reunión de hoy sin haber podido rebajar la crispación ni evitar la fractura causada por la decisión del presidente, Joan Laporta, de cumplir su mandato hasta el año 2010. Laporta no acepta de momento ninguno de los escenarios que le han planteado algunos compañeros de junta para combatir la crisis y que prevén a medio y largo plazo la salida del presidente. Laporta, sin embargo, se plantea revertir la situación con una última carta gestada tras reunirse ayer con sus directivos más afines: poner el cargo a disposición de la asamblea de compromisarios que aún no tiene fecha de celebración, evitar así la cadena de dimisiones prevista para hoy y ganar tiempo.

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El intento de alcanzar un acuerdo colectivo se frustró la noche del martes en una cena que se alargó hasta las tres de la madrugada y cuyo resultado fue tan negativo que permitió ratificar la alineación de los directivos que están a favor o en contra de Laporta en función del orden de salida de una reunión a la que sólo faltó el vicepresidente Alfons Godall. Godall, Joan Boix, Alfonso Castro, Josep Cubells, Joan Franquesa, Albert Perrín, Rafael Yuste y Jacint Borràs apoyarían la continuidad de Laporta mientras que los otros nueve directivos, entre ellos cuatro de los cinco vicepresidentes, están en contra: Albert Vicenç, Ferran Soriano, Marc Ingla, Jaume Ferrer, Xavier Cambra, Claudia Vives-Fierro, Toni Rovira, Evarist Murtra y Josep Lluís Vilaseca.

Una vez que Vicenç ya presentó la dimisión por escrito, la figura de Soriano se presenta como decisiva para alcanzar un posible acuerdo y atemperar la fractura. Ocurre que la cohesión a la que aspira Soriano se supone interesada por sus aspiraciones de presentarse a las elecciones de 2010, o así lo entienden al menos parte de directivos próximos a Laporta, que piden un acto de adhesión al presidente en un momento delicado y no "un golpe de Estado", utilizando palabras de uno de los afectados, "pues la votación del domingo afecta al consejo y no sólo al presidente".

Laporta sospecha que algún miembro del consejo contrario a su continuidad pretende encontrarle una salida digna, e insiste en que sustituirá a cuantos directivos salgan de la junta -ayer contactó incluso con miembros del consejo de Joan Gaspart- y no habrá necesidad de convocar elecciones: para el cese de la junta se necesita que dimita el 75% de los miembros: 12 de 18, y no parece que sea el caso. El presidente, sin embargo, intentará ganarse la confianza de los directivos que iban a dimitir con la propuesta de someter su cargo a la asamblea de socios compromisarios que se celebraría en agosto. Aunque los hay que califican la oferta de inaceptable -"sería convocar al socio a un segundo referéndum"-, otros la sopesan. Laporta aspira a que Soriano, Ingla y Ferrer cambien de opinión y le den su apoyo.

Laporta, en cualquier caso, ya ha solucionado las distintas crisis anteriores con la incorporación de amigos (Yuste, Boix, Franquesa, Perrín), de manera que se ha roto el equilibrio que había entre los colectivos que se juntaron en las elecciones de 2003. La candidatura del hoy presidente estaba integrada por cuatro núcleos: los rosellistas o seguidores de Sandro Rosell (Josep Maria Bartomeu y Jordi Moix); los clusters, como se conocía por una cuestión empresarial al grupo de Soriano e Ingla; los pinyolons, representantes del sector nacionalista catalán (Jordi Monés, Toni Rovira, Xavier Cambra, Jaume Ferrer y Josep Cubells), y el grupo procedente de Elefant Blau (Albert Vicenç, Alfons Godall, Alfons Castro y también Moix, amigo de Rosell). Personas próximas a Laporta han recuperado incluso el discurso de hace 10 años, cuando plantearon la moción de censura a Josep Lluís Núñez. Elefant Blau, liderado por Laporta, consiguió entonces 14.358 votos, mientras que el domingo 14.871 socios apoyaron a la junta de Laporta. Núñez contó con 24.025 adhesiones en 1998 y la moción de Oriol Giralt ha sumado 23.870. "La situación es compleja", intervino Giralt. "Pido a la junta que tome las mejores decisiones por el bien del Barça y que no sean tácticas".

Por otro lado, el Barça llegó a un principio de acuerdo con el Arsenal por su centrocampista bielorruso Alexander Hleb, por el que pagaría 15 millones de euros.

Joan Laporta, el pasado lunes.
Joan Laporta, el pasado lunes.EFE

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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