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El desafío iraní

Irán ignora las advertencias de EE UU y dispara más misiles en el Golfo

La petrolera francesa Total suspende sus inversiones en campos de gas iraníes

Sin atender al malestar internacional que causó su prueba del día anterior, Irán disparó ayer 10 misiles más. El ejercicio, parte de las maniobras que los Guardianes de la Revolución (Pasdarán) realizan en el golfo Pérsico desde el martes, ensayó por primera vez el lanzamiento nocturno e incluyó cohetes mar-tierra, mar-aire, mar-mar y un torpedo ultrarrápido, el Hout, de diseño y fabricación nacional, según los medios iraníes.

Tal insistencia sólo puede incrementar la tensión entre Teherán y Occidente, que le exige que ponga fin a su programa nuclear.

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UNA AMENAZA CON UN MISIL DE MÁS

De acuerdo con la información facilitada por la televisión estatal, las prácticas de la madrugada de ayer incluyeron lanchas rápidas y equipos de submarinistas. Todas las cadenas destacaron el "alto rendimiento" del torpedo Hout que la marina de los Pasdarán ya describió en abril de 2006, cuando lo probó por primera vez, como un arma extremadamente rápida capaz de neutralizar submarinos enemigos. Según PressTV, alcanza una velocidad de 360 kilómetros por hora, algo que supera con mucho lo habitual en este tipo de armas, debido a su motor de reacción, muy similar al BA-11 Shkwal ruso.

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La prueba volvió a incluir los cohetes de medio alcance Fateh y Zelzal, además del de gran alcance Shahab-3, capaz de atacar Israel y las bases de EE UU en la región, y que, según la televisión iraní, se probaba por primera vez de noche. A pesar de que Irán ha amenazado con cerrar el estrecho de Ormuz en caso de ser atacado, la mayoría de los analistas opina que la demostración de fuerza es más un mensaje de consumo interno que un peligro inminente.

Expertos militares que han analizado esas imágenes han apreciado que la ojiva del Shahab disparado por Irán se parece mucho a la del modelo anterior (el 3A), que sólo alcanzaba 1.500 kilómetros, por lo que sospechan que los iraníes han aprovechado los ejercicios para deshacerse de los viejos modelos que están sustituyendo con el nuevo 3B; de ahí los lanzamientos simultáneos.

Entretanto, Irán "se ha mosqueado un poco" por la decisión de la petrolera francesa Total de no invertir en el proyecto gasista de South Pars, en el golfo Pérsico, por considerarlo "demasiado arriesgado", reconoció ayer por la tarde el presidente del grupo, Christophe de Margerie, en una entrevista a la cadena de televisión France 24. Resumiendo la conversación que había mantenido con las autoridades de Teherán, éstas le aseguraron que seguirán adelante con el proyecto sin Total. El régimen de los ayatolás se enteró ayer de los planes de la compañía en una entrevista concedida por De Margerie al Financial Times, en la que señalaba que invertir en Irán supondría "tomar demasiados riesgos políticos (...) porque la gente diría: Total está dispuesta a todo para ganar dinero". La petrolera francesa lleva años negociando con Teherán la explotación de la que se considera una de las mayores reservas del mundo de gas, en el fondo de las aguas del Golfo, que Irán comparte con la vecina Qatar. El emirato contempla también la construcción de una factoría para poder exportar el combustible.

El presidente de Total respondió de forma ambigua a la pregunta de si había recibido "presiones políticas". "El Estado

no ejerce presiones sobre una compañía como Total, pero le comunica sus convicciones. Es a nosotros a quienes nos corresponde saber lo que hay y lo que no hay que hacer", dijo.

De Margerie aseguró que Total sigue considerándose un socio de Irán, que posee las segundas mayores reservas de gas, después de Rusia. "No es cuestión de detener el proyecto, ni de renunciar a él ni de abandonarlo, pero es necesario esperar a que las cosas mejoren y que Irán pueda restablecer mejores relaciones con sus vecinos", dijo el presidente de la empresa, para quien esta decisión, pese a todo, no es coherente con la actual situación del mercado de la energía. "Si se saca a dos grandes países del sistema y luego se dice que no hay suficiente petróleo ni gas, no parece una gran sorpresa", dijo De Margerie al Financial Times.

Respecto a la decisión de Total, el ministro iraní del Petróleo, Gholamhosein Nozari, se limitó a advertir ayer: "Seguiremos con el desarrollo con o sin ellos".

[Por otro lado, la compañía española Repsol participa en tres campos o bloques de exploración de hidrocarburos en Irán, donde opera desde 2001. Desde 2000 mantiene contactos para un proyecto de exploración y licuefacción de gas natural (el proyecto Persian LNG). En enero de 2007 se firmó un contrato que le daba una participación del 25% en el proyecto.

Repsol, sin embargo, explica que el proyecto sigue en fase de estudio y que la decisión de inversión aún no se ha tomado, ya que el plazo para adoptarla vence en 2010. De hecho, ahora parece más probable que se deje ese proyecto aparcado y se dé preferencia a otras inversiones alternativas en Irán. La compañía española precisa que su filial en Teherán tiene sólo 17 empleados, de los que 10 son iraníes].

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