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La desafiante cabeza del dictador

Desde que hace 12 días se dinamitó el monolito que homenajeaba a Franco en el Parque Nacional das Illas Atlánticas, el caudillo está en boca de los gallegos. Tras las presiones recibidas, la Consejería de Sanidad decidió esta semana cambiar el nombre del hospital de A Coruña, bautizado como el líder falangista Juan Canalejo desde 1950. Y a la corriente en pro de la memoria histórica se vino a sumar, un día después, la Consejería de Educación, acordando cambiar la denominación de once colegios que todavía conservaban nombres tales como Carmen Polo (de Educación Especial) o Francisco Franco (de Infantil). Pero la paradoja administrativa quiere que este último, sito en el Ayuntamiento orensano de Beariz, y que llevará desde ahora el prosaico nombre de CEIP de Beariz, se halle en la calle Carrero Blanco. Algo que no cambiará porque los nombres de las calles no dependen de la Xunta, sino del consistorio.

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La guinda a todo esto la ha puesto la estatua-fuente de un Franco que vomita agua y que ha sido inaugurada en Caldas de Reis (Pontevedra) por su alcalde, Juan Manuel Rey, con motivo del festival Kaldarte. La provocadora cabeza del dictador, la única que se estrena en España desde hace años, es obra del artista Fernando Sánchez Castillo.

Escultura-fuente con la cabeza de Franco en Caldas de Reis (Pontevedra).
Escultura-fuente con la cabeza de Franco en Caldas de Reis (Pontevedra).ANXO IGLESIAS
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