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La factura energética se dispara por la fuerte dependencia exterior

El precio del crudo y el peso de las importaciones elevan el coste un 65%

Andreu Missé

El coste de la factura energética española ha alcanzado los 16.537 millones de euros durante los cuatro primeros meses del año, un 65% más que en el mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio de Industria. El aumento es consecuencia directa del encarecimiento del petróleo y del mantenimiento de una elevada tasa de dependencia exterior. El precio medio del crudo durante los cinco primeros meses de 2008 fue de 105 dólares por barril, frente a los 73 dólares de 2007, según la Comisión Europea. Y sigue en ascenso, aunque el alza del petróleo se ha visto amortiguada en la zona euro por la depreciación del dólar, que abarata el barril para los países que pagan con euros.

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La escalada de precios ha coincidido con un incremento sostenido de la dependencia energética exterior durante los últimos años. En España, esa dependencia se situó en el 81,4% en 2006, frente al 53,8% de la media europea, según avanzó la semana pasada Eurostat, la oficina estadística de la Unión. España se mantiene prácticamente al mismo nivel que el año anterior, pero 10 puntos por encima de los datos de 1997, cuando la dependencia era del 71,8%.

En el caso del petróleo, la dependencia española es prácticamente total. Alcanzó el 99% en 2007, frente al 83% de la Europa de los Veintisiete. La UE ha experimentado un crecimiento continuado desde 1995. Ante este escenario, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, señala que la UE está tratando de dar "respuestas" a la "muy fuerte subida del petróleo". A su juicio, las medidas a corto plazo deben dirigirse a "ayudar a los sectores más desfavorecidos de la población, siempre que estas subvenciones no pongan en peligro los objetivos de avanzar hacia una economía mucho más eficiente en el uso de la energía, que no despilfarre y que use mucho más las renovables".

Para Almunia, la causa fundamental del alza de precios está "en el desajuste entre la oferta y la demanda". Efectivamente, en 2007, la demanda de petróleo de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el grupo de los países ricos, cayó en 390.000 barriles diarios, pero en los emergentes, especialmente en China, creció en 1,4 millones de barriles, según British Petroleum. El resultado fue un aumento de la demanda mundial de un millón de barriles al día. Sin embargo, la oferta se redujo en unos 130.000 barriles. La Agencia Internacional de la Energía señala que serán necesarios tres millones de barriles diarios más para compensar el declive de la oferta por el agotamiento de las explotaciones.

En España, la mayor dependencia energética exterior es consecuencia de una caída de la producción interior del 4,1% en 2007. El pasado año, la reducción fue especialmente sensible en la producción nuclear y de carbón, aunque fue compensada parcialmente por la mayor actividad hidráulica.

El futuro es muy incierto. La Comisión ya ha apuntado la posibilidad de que el precio del petróleo alcance los 200 dólares por barril a finales de este año y el gigante energético ruso Gazprom ha advertido de que puede alcanzar los 250 dólares en 2009. Los efectos para la economía son completamente desconocidos, aunque probablemente no tan alarmistas como las previsiones de Bruselas de hace tan sólo un año y medio. En enero de 2007, la Comisión advertía: "Si el precio del barril sube hasta 100 dólares en 2030, la factura total de las importaciones aumentará en 170.000 millones de dólares, con un incremento anual de 350 dólares por cada ciudadano europeo". Esa estimación, basada en la ilusa convicción de que los países productores debían seguir regalando el petróleo de por vida, ha quedado completamente desfasada.

Las gasolinas recogen el impacto

Aunque la escalada de precios es menor para los consumidores, debido a que una parte importante del precio corresponde a impuestos fijos, que no dependen del encarecimiento del petróleo, el precio del gasóleo para vehículos ha aumentado un 14%, y el de calefacción, un 17% desde principios de año. El coste de la calefacción crece un 35% si se tiene en cuenta el periodo entre abril de 2007 y el de 2008.

Los intentos del presidente francés, Nicolas Sarkozy, por recortar el IVA en los carburantes sólo han logrado el apoyo de Italia. La mayoría de ministros se mostraron radicalmente en contra por estimar que los precios altos incentivaban el ahorro energético y compensaban la caída de recaudación por la contención general del consumo.

La UE cree que si no se toman medidas rápidas a favor de las energías renovables, la dependencia energética exterior aumentará 14 puntos, hasta el 67% en 2030. Los principales suministradores de petróleo y gas a la UE son Rusia y Noruega. Catherine M. Kelleher, del Watson Institute for International Studies Brown University, señala: "Para 2010, el 70% de las importaciones de gas de Rusia procederán de Gazprom, que cada vez lo compra más caro de Asia Central".

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