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La violencia de los narcotraficantes se ensaña con el Estado mexicano de Sinaloa

La ola de violencia que sacude el Estado mexicano de Sinaloa (noroeste), uno de los más convulsionados por el narcotráfico en el país, continuó este fin de semana pese a un enorme operativo militar. El resultado: nueve muertos, tres de ellos menores, y una espectacular huida con toma de rehenes -unas 40 personas en un restaurante- incluida. El nuevo saldo mortal se añade a los 11 asesinados el jueves en la capital estatal, Culiacán. En lo que va de año, unas 1.700 personas han muerto en México en incidentes relacionados con el narcotráfico.

El incidente más grave se produjo ayer en la ciudad de Guamúchil, cuando ocho personas murieron acribilladas al disponerse a subir a varios coches tras asistir a una fiesta. Entre las víctimas se encuentran cinco hombres, dos chicas de 17 años y una niña de 12, informa Reuters. Cinco personas más resultaron heridas, según la Fiscalía General del Estado. En el área del tiroteo, las autoridades recogieron más de 300 casquillos de fusil AK-47 y R-15.

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En la ciudad turística costera de Mazatlán, entre cuatro y seis sicarios, según las fuentes, retuvieron en la noche del sábado durante tres horas a unas 40 personas en un restaurante, después de haber asesinado a un jefe de policía local que se resistió a ser secuestrado. Los delincuentes, vestidos con uniformes policiales, y armados con granadas y fusiles, se escondieron en el local en la huida. Tras una tensa negociación con las autoridades, los sicarios tomaron como rehenes a un reducido grupo de personas, que liberaron después, y huyeron en una camioneta proporcionada por los negociadores de la policía.

Mientras, en Culiacán, militares y miembros de la fiscalía mexicana localizaron ayer armamento (granadas de mano y fusiles de asalto) y ropas con distintivos policiales en una vivienda en Culiacán, donde bandas rivales de narcos protagonizaron un intenso combate sin que las autoridades lograran detener a nadie.

La ofensiva desatada por el Gobierno de Felipe Calderón contra el narcotráfico desde que llegó a la presidencia, en diciembre de 2006, ha propiciado una recomposición de los carteles, que luchan por el poder cada vez con más violencia y a plena luz del día, y una respuesta de desafío a las autoridades. La Secretaría de la Defensa y la Policía Federal Preventiva reforzaron hace un mes con unos 2.000 soldados y 700 agentes, respectivamente, su presencia en Sinaloa para apoyar a las fuerzas de seguridad locales, rebasadas por los criminales.

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