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"A mí los polis me quitaron cuatro gramos de coca y se los quedaron"

Cuatro de los 10 detenidos en El Molar ingresan en prisión sin fianza

En la plaza de El Molar (6.000 habitantes) está Marcos, un nombre supuesto. Habla con sus amigos y se enciende un porro. "¿Ves? No pasa nada de nada", dice. Está a dos pasos, literalmente, del Ayuntamiento, donde se encuentra también la sede de la Policía Local. El joven dice estar harto. Otro compañero, llamémosle Rubén, además de harto, está indignado: "A mí los polis me quitaron cuatro gramos de coca y se los quedaron". Dice que nadie le denunció por tenencia de drogas y acusa, además de al jefe de la Policía Local, Tomás Felipe, detenido el sábado, a otros dos agentes de la policía de quitarles la droga que compran.

De las 10 personas detenidas entre El Molar y San Agustín de Guadalix en la operación desarrollada la Guardia Civil, cuatro personas, dos españolas y dos dominicanas, ingresaron ayer en prisión sin fianza por los delitos contra la salud pública y cohecho. También dos mujeres dominicanas fueron puestas ayer en libertad con cargos acusadas de esos mismos delitos. Está previsto que los dos guardias civiles y el jefe de la policía, cuya orden de detención fue prorrogada ayer, declaren hoy ante la juez María Díez, decana de Alcobendas, quien ayer -contraviniendo los dictámenes del Poder Judicial- prohibió a los informadores acceder a los juzgados.

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Una de las detenidas es M. M., alias Milady, de 22 años, acusada de cohecho y delito contra la salud pública. Milady es la hermana de otro de los detenidos, Johny Alexander Segura, El Negro, de 27 años. "Este mueve de verdad. En un día podía pasar entre 30 y 40 gramos", aseguraba un joven. Según éste, El Negro llegó a un acuerdo con Tomás Felipe. A cambio de que les pasara a la policía cada día tres o cuatro gramos, el policía les dejaba hacer en el pueblo sin ningún problema. Segura es uno de los que ayer ingresaron en prisión.

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Según varios jóvenes, el centro donde se pasaban las drogas es un local cercano al Ayuntamiento. "Ahí iba mucho Tomás, era amigo del dueño. Se pasaban drogas de todo tipo y cuando iba a ver una redada, Tomás era el que avisaba para que lo sacáramos todo", explica Rubén. La identidad de los otros dos dominicanos encarcelados es Enoelia Torres, de 24 años e Hilario Alcántara, de 38.

Cerca del bar está la antigua casa del jefe de la policía. Pero ayer nadie respondía. En la casa de los padres tampoco. "Son gente normal", explicó una vecina. Nadie quiere dar su nombre en El Molar, pues se trata de un pueblo pequeño y todos se conocen.Con nombres y apellidos sólo quiso hablar ayer la hermana del jefe de la Policía Local, María del Carmen Felipe. La mujer, que ya no vive en el pueblo, hace años que no habla con su hermano. Negó las acusaciones que han expresado algunos vecinos, como que no era trabajador: "Empezó como basurero a los 17 años y ha trabajado como un loco para sacarse su oposición en el Ayuntamiento". "Antes de poner una multa entraba en el bar y pedía que sacaran el coche", dijo en su defensa. Sin embargo, no se atrevió a negar los delitos que se le imputan a Tomás Felipe. El policía, al parecer, para poder llegar a fin de mes tenía que pedir anticipos al concejal de Seguridad, según fuentes de la investigación.

Sobre Francisco Yepes, el agente con más antigüedad en el cuartel de El Molar, alrededor de 15 años, fuentes de la investigación aseguraron que había sido investigado varias veces por Asuntos Internos de la Guardia Civil, sin que se probase ninguna de las acusaciones. Fue denunciado porque presionó a un ciudadano para que pagase unos daños causados en un accidente de tráfico y también le abrieron un expediente porque faltó en el cuartel dinero y papelinas de droga. Se quedaba al mando de los otros agentes cuando los jefes se ausentaban. César Torollo, el otro Guardia Civil, lleva sólo un año en el cuerpo, informa Francisco Javier Barroso. Ahora, ambos agentes se enfrentan a un nuevo expediente por "falta muy grave", cuyo castigo probable es la expulsión.

Sobre dos de los detenidos, que prestaron ayer declaración, Gonzalo López Moreno, conocido como Gonza, de 36 años, y Sergio Ayas de la Morena, El Papelillos, de 30, los vecinos coincidieron en que se trata de jóvenes "perdidos". Ambos ingresaron ayer en prisión. "Al Gonza lo pillaron en casa del Papelillos, pero ese ni siquiera pasa", explicó un joven. Sobre El Papelillos, un empresario del lugar aseguró que ha trabajado con él en varias ocasiones: "Es temperamental, pero no es mala gente". Los jóvenes del pueblo apuntaron que trafica con pequeñas cantidades de droga. El otro español que declaró ayer es Eugenio Sanz, de 29 años.

Tampoco ayer nadie de la corporación municipal se pronunció sobre la redada. El PP, que gobierna desde 1995 estuvo reunido ayer desde primera hora de la mañana, hasta el mediodía. Al salir emitieron una nota en la que desvinculan las detenciones de una "mafia policial". Se trata de "un único policía local, y dos miembros de la Guardia Civil", decía el comunicado de 12 líneas.

El concejal de Seguridad, Juan Carlos de Mingo, preguntado por EL PAÍS de si es cierto que delante del Ayuntamiento se venden drogas a menores, como denuncia la asociación ciudadana Plataforma por la Seguridad de la Zona Norte, dijo que "se verá lo que dice la justicia", mientras repetía que no quieren hacer declaraciones hasta que tengan conocimiento oficial de los cargos que se imputan a los detenidos.

El PSOE también ha asegurado que no sabe nada. Desde el principio acusa al alcalde, Emilio de Frutos Sebastián, de no mantenerles informados de lo que ocurre en el pueblo. En una nota, ha pedido que se abra un "expediente informativo" para conocer qué ha pasado en El Molar y depurar "las posibles responsabilidades políticas, en el caso de que las hubiera".

El consejero de Interior, Francisco Granados, desvinculó ayer las detenciones en El Molar del caso Coslada (la operación que destapó una red de corrupción policial, encabezada por el jefe de la Policía Local, Ginés Jiménez). Granados afirmó que "en El Molar de lo que se trata es de una conducta presuntamente delictiva de un policía local y dos guardias civiles" y anunció que la Comunidad no se personará como acusación, como sí ocurrió en el caso Coslada, informa Efe. El responsable de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, le acusó de tener "dos varas para medir" y de no atreverse a "aplicar el mismo rasero en los ayuntamientos gobernados por los populares que en aquellos que gobiernan los socialistas".

Uno de los detenidos en la operación llevada a cabo en el El Molar, a su llegada anoche a los juzgados de Alcobendas.
Uno de los detenidos en la operación llevada a cabo en el El Molar, a su llegada anoche a los juzgados de Alcobendas.EFE

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