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Reportaje:literatura

Semana Negra, verbena sin fin

La cita literaria de Gijón, dedicada a los géneros policiaco y fantástico y al cómic, ofrece muchos más ingredientes de fiesta popular que de gran 'evento' cultural

Soledad Alcaide

Bocadillo de calamares a 3,5 euros; libros, a un euro. Los carteles que informan de tan dispares ofertas, frente a frente en dos de las más de 400 casetas instaladas en la playa de Poniente de Gijón, ilustran en lo que se ha convertido el encuentro anual de la Semana Negra. El evento, que se congratula de estar dedicado a los géneros literarios considerados menores, como la novela negra y la histórica, el cómic o la literatura fantástica, ha sido arrollado por el festejo popular.

Y en el sentido más estricto de la palabra, que incluye noria gigantesca, rifa con micrófono estridente y centenares de chiringuitos, donde el aroma de la fritanga se mezcla con las canciones de Shakira.

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Juan Salvador, dueño de la librería especializada en Sherlock Holmes Estudio en Escarlata, de Madrid, lleva muchos años asistiendo a la Semana Negra y sólo desde hace cuatro años tiene una caseta. "El primer año uno se asusta porque en esta feria sólo hay 36 puestos de venta. Pero precisamente ese espíritu festivo es el que me gusta", asegura. "Vas andando por el recinto y te cruzas con los autores".

Los primeros días pululaban tranquilamente por las calles de Gijón la superventas británica Anne Perry, y la novata española Mercedes Castro, empujando el carrito de su hija, pese a ser la responsable de Y punto (Alfaguara), una trama protagonizada por una agente de policía madrileña "con celulitis y suegra" que se ha mantenido en las librerías gracias al boca a boca. Junto a ellas, abuelas con el bolso al codo, familias enteras comiendo algodón de azúcar o músicos arrastrando las fundas de sus instrumentos. El único reducto donde la tertulia asoma son dos carpas instaladas en uno de los laterales. Y no siempre están llenas.

De repente, uno repara en que la misma camiseta negra, con un inquietante mensaje Martin is coming (Martín se acerca), se repite en varios paseantes. Alejo Orellana, madrileño de 22 años, explica el misterio: son los fans de George R. R. Martin, autor de éxito gracias a la saga fantástica Canción de hielo y fuego.

El primer fin de semana, en el que la mayoría de los autores que han ofrecido conferencias y mesas redondas pertenecen al género de la fantasía, Martin ha sido el más solicitado, con multitudinarios encuentros. "Muchos seguidores me escriben diciéndome que deje de venir a España a tomar sangría, que ya es hora de que me siente a trabajar en la próxima entrega", ironizaba el escritor estadounidense que ha sido saludado como el nuevo Tolkien.

El lunes comenzó la parte destinada a la novela negra, que irá alternándose a lo largo de la semana con la histórica, hasta el fin de semana en el que primará el cómic. Tiene sobre todo sabor español, ya que el núcleo duro del encuentro, el centenar largo de escritores invitados, procede sobre todo de países de habla hispana, como el cubano Ángel Tomás González, los españoles Juan Ramón Biedma y Juana Salabert, o el chileno Roberto Ampuero.

Y el festival negro por antonomasia de España tiene ya rivales. Barcelona abrió ya BCN Negra, una feria que se celebra en febrero desde hace cuatro años, y el próximo octubre se estrenará Getafe Negro, en Madrid. "Son nuestros hermanos menores", afirma Paco Ignacio Taibo II, director de la Semana Negra desde sus orígenes. "Su presencia es positiva, porque cuanto más debate, habrá más pensamiento crítico". "Es señal de que el género se normaliza", agrega Paco Camarasa, propietario de la librería Negra y Criminal de Barcelona, uno de los pioneros de Gijón. De la primera Semana Negra recuerda aún la voz de la escritora japonesa Masako Togawa, que cantaba Bésame mucho en su lengua y dedicaba sus libros con pincel. "En Francia hay 84 festivales dedicados a este género. Ahora en España hay editores que sacan más libros y más lectores", afirma. "Sólo falta que los críticos literarios, los catedráticos de Literatura, los profesores de secundaria y los bibliotecarios se den cuenta de que merece la pena".

"Hay que acabar con la mala etiqueta. La literatura es buena o mala en sí, no los géneros", apostilla, Ezequiel Pérez Díaz, conocido como Zequi, gijonés responsable de la primera web en español especialista en la novela negra La Gangsterera. "Y la Semana Negra ha contribuido a desempolvar la cultura que los académicos guardan celosamente en las aulas". A ritmo de verbena.

Una visitante en el recinto de la Semana Negra de Gijón.
Una visitante en el recinto de la Semana Negra de Gijón.PACO PAREDES

Tres recomendaciones en negro

- Paco Ignacio Taibo II. Director de la Semana Negra . La trilogía Príncipe de Nada, de R. Scott Baker. Editorial Timunmas.

- Paco Camarasa. Librería Negra y Criminal de Barcelon a. A buenas horas cartas de amor, de Víctor Andresco. Editorial La Orilla Negra.

- Juan Salvador. Librería Estudio en Escarlata de Madrid. El imán y la brújula, de Juan Ramón Biedma. Editorial zetabolsillo.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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