"La justicia ha llamado por fin a las puertas de Bosnia"
Las Madres de Srebrenica, asociación que agrupa a esposas y madres de los 8.000 musulmanes asesinados en 1995 por el Ejército serbobosnio, demostraron ayer que la esperanza en la justicia ha sustentado su entereza frente al genocidio del que fue objeto su comunidad. Desde su actual domicilio en Sarajevo, una de ellas, Munira Subasic, que perdió a su esposo e hijo, además de a buena parte de sus parientes, celebró ayer en conversación telefónica con este diario la detención de Radovan Karadzic como el principio del final de una larga espera.
Pregunta. ¿Cómo afronta la inminente llegada de Karadzic al Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia después de 13 años de fuga?
Respuesta. Ha sido muy largo, pero en verdad nunca es tarde para que se haga justicia. De todos modos, esta detención nos ayuda a esperar todavía un poco más. Ahora tiene que ser capturado lo antes posible el general Ratko Mladic.
P. ¿Cómo explica que se haya tardado tanto tiempo en encontrar a Karadzic?
R. Es por los sucios juegos de la política. Y tal vez también porque Serbia ha entendido al fin que su deseo de entrar en la Unión Europea sólo se cumplirá si colabora con el Tribunal para la antigua Yugoslavia. Pero lo importante es que el mundo vea en el juicio contra Karadzic lo que se le hizo a Bosnia y a sus gentes. Así se demostrará que proyectos como la República Srpska (entidad serbia en Bosnia) no deben existir porque se fundan en el genocidio y los crímenes de guerra. Y otra cosa muy importante: que todos puedan contemplar de una vez al responsable de Srebrenica, de la muerte de casi 300.000 personas en Bosnia y de la huida de otros dos millones de sus hogares.
P. Con el TPIY a punto de cerrar sus puertas en 2010, ¿cree que el proceso cumplirá las expectativas de las víctimas?
R. Buscamos que se haga justicia y que se demuestre la verdad de lo ocurrido. Desde luego, esperamos que el juicio acabe pronto, no como sucedió con [el ex presidente de Serbia] Slobodan Milosevic, que murió sin ser sentenciado. Estoy muy contenta por los ciudadanos bosnios, por Europa y por el hecho de que la justicia haya llamado por fin a la puerta de Bosnia.
