El detenido se defenderá a sí mismo en La Haya
Radovan Karadzic emulará a su mentor, Slobodan Milosevic, y asumirá su propia defensa ante el tribunal internacional que le juzgará en La Haya por crímenes de guerra y genocidio en Bosnia-Herzegovina (1992-1995). "Karadzic tendrá un equipo de asesores legales en Serbia que le ayudará, pero se defenderá solo", dijo ayer Sveta Vujacic, el abogado de la familia que corrió raudo a los juzgados cuando supo de su detención, tras casi 12 años prófugo.
El ex presidente de la República de los Serbios de Bosnia (Srpska), integrante de Bosnia con amplia autonomía, apelará contra la decisión de la justicia serbia de enviarle a La Haya. Pero todo el mundo tiene asumido, incluso él mismo, que la extradición es inexorable y que probablemente llegará a Holanda el próximo sábado. "Ya ha pedido que le corten el pelo y que le afeiten la barba", aseguró su abogado. El bonachón Dragan Dabic (el personaje que inventó para esconderse) ha muerto y el fiero Radovan Karadzic se prepara para reaparecer reconvertido en abogado.
Para el periodista del semanario Vreme Dejan Anastasijevic, que le entrevistó una docena de veces antes de que se diera a la fuga, es lógico que se defienda solo: "En todos sus papeles, desde el de líder guerrero que lee poesía hasta el de prófugo que inventa un ingenioso y simpático personaje, la egolatría y el exhibicionismo han desempeñado un componente esencial". No podía dejar pasar la oportunidad, agrega, de reinventarse otro papel que será centro de atención. Y sin duda el de abogado tiene más posibilidades que el de mero criminal.
18 meses protegido
Pero no ha sido sólo el ingenio lo que proporcionó a Karadzic esta libertad casi silvestre bajo la máscara de Dabic. Los analistas coinciden en que era imposible vivir como lo hizo durante al menos 18 meses, en pleno Belgrado, sin la protección de algunos elementos de los servicios secretos. "El cambio de Gobierno permitió al presidente, Borís Tadic, hacerse con el control del espionaje al desprenderse de los nacionalistas de Vojislav Kostunica, que mantenían bajo su dominio parte del aparato. Éste ha sido un elemento clave", añade Anastasijevic, que conoce bien las cloacas del Estado.
Otros son más escépticos: creen que incluso Tadic conocía el paradero de uno de los criminales de guerra más buscados del mundo.
